Los pacientes valencianos que estén en lista para entrar a quirófano en la pública por algo «no urgente» esperan de media casi 4 meses, 113 días. Son los datos actualizados a diciembre de 2019 que ayer quiso presentar en persona la consellera de Sanidad, Ana Barceló, aprovechando que el corte invernal siempre da alegrías a la administración tras el desastre del cierre de quirófanos de verano.

Octubre, noviembre y diciembre son meses de plena actividad quirúrgica y así se ha reflejado en el tiempo medio de espera: de los 133 días de septiembre -el peor registro desde que Sanidad ofrece los datos trimestralmente- a los 113 que ayer se hicieron públicos.

Son 20 días menos, de los que Barceló se congratuló y que achacó al «esfuerzo de los profesionales». «Hay menos gente esperando y se espera menos tiempo que hace tres meses y que hace un año», aseguró la consellera que no quiso, sin embargo, «caer en la autocomplacencia», sobre todo porque pese a la rebaja esperada de días, la demora no abandona el nivel de los cuatro meses y vuelve a las cifras de hace un año aunque, eso sí, con menos pacientes: 3.000 menos.

La lectura ofrecida por la consellera habla de un trimestre en el que se ha trabajado a pleno rendimiento y se ha podido sacar de la lista a 5.127 pacientes y con mejoras en todas las patologías y especialidades y más si se tiene en cuenta la lista «estructural» (los que no han rechazado ir a la privada o ninguna intervención en la pública). Ahí la demora es de 90 días. Desde los 33 días menos que hay que esperar para operarse de fimosis con respecto a hace tres meses, al mes de rebaja en la demora de la lista de varices o los 23 menos para intervenirse del túnel carpiano. En todas las patologías se han registrado mejoras importantes.

El saldo positivo era esperable, sobre todo teniendo en cuenta que en septiembre del año pasado la lista llegó a máximos todavía no registrados: 133 días de espera media (cuatro meses y medio) y casi un récord de pacientes varados en la lista, 68.561. Con cifras tan malas todo han sido mejoras aunque hay patologías que no resisten la comparativa a como se estaba, por ejemplo, hace dos años. En la lista «negra», las que superan los cinco e incluso seis meses para pasar por quirófano: hoy hay que esperar 161 días para quitarse un juanete mientras que hace dos años eran 121 días. Pasa lo mismo con las varices: ahora y pese a la rebaja registrada de 29 días de este último trimestre hay que esperar 199 días. En 2017 la demora era de 142 días. La historia se repite con las prótesis de rodilla.

El autoconcierto crece

Y todo pese a que 2019 se ha cerrado con cifras realmente buenas en el plan de autoconcierto, las operaciones que los profesionales de la pública hacen fuera de su horario habitual. Según las cifras aportadas ayer por la consellera, en 2019 se operó en la pública, de forma global, más que en ninguno de los cinco años anteriores: 385.146 intervenciones. En este aumento había tenido que ver el empujón del autoconcierto: un 30 % más de operaciones fuera de horario de las 20.374 de 2018 a las 26.658 con las que se cerró 2019.

La cifra da cuenta de la aceptación que, por fin, ha tenido la nueva normativa de autoconcierto (después de que Sanidad diera marcha atrás y aumentara las compensaciones y las formas de pago) y del aumento de presupuesto que tuvo la partida para el año pasado: 16 millones que este año se convertirán en 21.

Barceló, de hecho, emplazó a los medios para la presentación que se hará este mes del nuevo plan de reducción de la demora que este año cuenta con el mayor presupuesto hasta ahora: 35,3 millones de euros (21 para autoconcierto y 14,3 para el plan de choque, las derivaciones que se hacen a clínicas privadas).

Según Barceló, el plan incluye además de este presupuesto (con 128 contratos nuevos), «nuevas medidas» organizativas que según adelantó ya se han venido aplicando en este último trimestre y que para ella habían tenido que ver en las buenas cifras registradas en diciembre, más allá del esperado efecto de la estacionalidad. Barceló evitó sin embargo, concretarlas.

Una de las que ya se estarían aplicando, aunque tampoco se ofrecieron ayer datos, es la derivación de pacientes entre centros, esto es, que las áreas de salud que menos demora tengan puedan recibir a pacientes de otras áreas más saturadas. Según Barceló ya estaba en aplicación y a partir de este año se podrá saber qué zonas están más o menos saturadas ya que la actualización de las listas se hará de forma detallada por departamentos. Los profesionales sanitarios cobran más por operar a este tipo de pacientes.