El tripartito que sostiene el pacto del Botànic en las Corts está dispuesto a aprobar una ley de máximos en la cuestión del juego. Una norma restrictiva que ponga freno a la proliferación de casas de apuestas y que regule todos los aspectos del juego sin necesidad de acudir después a la vía reglamentaria. Para ello, PSPV, Compromís y Unides Podem han presentado una catarata de enmiendas con la intención de que la valenciana sea una de las normas más completas en una cuestión que despierta una gran sensibilidad ciudadana.

Entre las novedades destaca la planteada por los socialistas que afecta sobre todo a la fiscalidad en el juego y que tiene como objetivo la reducción del volumen de los premios en juego para que de esa forma se genere un efecto disuasorio para los apostantes.

La cuestión impositiva, si prosperan las enmiendas, será clave en la ley. El PSPV sostiene que a más impuestos, menos premios, lo que actúa como desincentivo, según el diputado José Muñoz que asegura que en la actualidad de los 345 millones que se destinan al juego en la Comunitat Valenciana se reparten 280 millones, una cifra que ve excesiva. En ningún caso la base imponible resultante será inferior al 30 % del importe total de las cantidades jugadas, propone.

Respecto a las distancias entre salas, los socialistas defiende que sean 700 metros respecto a centros educativos y de rehabilitación, mientras que Unides Podem y Compromís son partidarios de elevarla a los mil metros como mínimo. Los tres partidos han decidido presentar enmiendas por separado, algo que enmarcan dentro de la normalidad parlamentaria y por la gran alarma social creada.

Además, los tres partidos del Botànic son partidarios de regular la publicidad para su reducción en los medios de comunicación. Comparten que se retiren los anuncios institucionales a los medios que publiciten establecimientos de juego, pero en el caso del PSPV proponen incentivos fiscales y económicos para aquellos medios o clubes deportivos que decidan no financiarse a través de empresas que inciten al juego.

Sin tragaperras en los bares

Unides Podem añade que sus enmiendas respecto a la publicidad van en la línea de las que existen, por ejemplo, para el tabaco, es decir que no se puedan anunciar en vallas publicitarias, que no haya publicidad en el exterior de los locales, ni en estadios ni en ningún otro espacio público.

Otra de las propuestas que ha planteado Unides Podem es la desaparición en diez años de las máquinas tragaperras de los bares y que se fije un número máximo de establecimientos por tipo y por provincia. El diputado Ferran Martínez defiende una ratio máxima de un local de juego por cada 15.000 habitantes en caso de bingos, salones de juego y locales específicos de apuestas y de 400.000 habitantes para salas recreativas.

Sesenta salones en trámite

Iniciativas todas para limitar el crecimiento de los locales de juego que han crecido muy rápido en los últimos años. En la actualidad existen 452 salones de juego (además de 60 en tramitación), 63 bingos y 33 locales de apuestas. Con los límites que proponen las enmiendas a la ley en los próximos años deberían reducirse las salas.

Además, Podemos apuestan por una Estrategia Valenciana de Prevención y Deshabituación del Juego, elaborada por todas las consellerias implicadas, incluida Sanidad, y también que cuando se detecte en una sala a un menor se informe a sus tutores legales.

Las de Compromís ya son conocidas porque se presentaron días atrás. En esencia piden una moratoria de cinco años en nuevos locales, prohibir las máquinas y freno a la publicidad. El síndic, Fran Ferri, asegura que la ludopatía es la «heroína», del siglo XXI

Mientras, Ciudadanos ha registrado un total de 23 enmiendas a la nueva Ley valenciana del Juego. Una de ellas pide seguir garantizando la libertad de empresa, además que el 1,5% de la recaudación se destine a la prevención de la ludopatía y la elaboración de un programa contra la ludopatía en menos de 12 meses.

El PP ha presentado una enmienda a la totalidad al proyecto de ley al considerar que se olvida de la lucha contra la ludopatía y no se dialoga con el sector.