El Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar (Cercp) ha propuesto una serie de medidas a corto plazo, como incrementar la formación sobre RCP entre la población o la prevención dentro de los hospitales, que podrían aumentar la supervivencia de las paradas cardiacas en un 36 por ciento en cinco años, evitando así más de 7.400 muertes prematuras anualmente, 2.000 más que en la actualidad. Así lo recogen en una estrategia global para el Sistema Nacional de Salud (SNS), que contempla, entre otras medidas, que la formación en RCP sea obligatoria en escuelas, para obtener el carnet de conducir o para acceder a un puesto en la administración pública; o que se extiendan los desfibriladores automáticos no solo en lugares públicos, sino también acercándolos a domicilios, donde se producen el 70 por ciento de las paradas fuera de un hospital.

En España, se regitran unas 30.000 paradas cardiacas extrahospitalarias y unas 20.000 dentro de los centros sanitarios. Según cifras aportadas por la Cercp, pueden ocasionar al menos 46.900 muertes al año, un número de muertes 24 veces superior a los accidentes de tráfico.

Así, en un periodo de cinco años hay tantas muertes por parada cardiaca como en el bombardeo nuclear de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.

A pesar de los progresos en el tratamiento de las paradas, fallecen al menos el 90 por ciento de los afectados. «Las cifras son terribles. Solo uno de cada cino recibe una reanimación cardiopulmonar por parte de testigos.

En España estamos por debajo de la media europea en número de desfibriladores. Nuestro objetivo es que más población civil sepa hacer estas maniobras y haya más desfibriladores», ha explicado en rueda de prensa el presidente del Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar, Frutos del Nogal.