¿Por qué quiere dirigir À Punt?
Después de haber vivido desde lugares y responsabilidades muy diferentes lo que significó el cierre de RTVV para la comunicación en valenciano y el sector audiovisual, me sentía un poco comprometido por hacer lo posible para que esta experiencia de nueva televisión no fuera un fracaso, algo que no se podría tolerar ni desde industria ni desde profesión ni desde la ciudadanía.
¿Cómo ha de ser la televisión pública valenciana en 2020?
Los ejes maestros de lo que debe ser un medio de comunicación público ya están planteados en la Ley de Creación y el contrato programa, lo que falta es materializarlos con oficio y habilidad, aportando experiencia y recogiendo ideas nuevas.
La ley ha generado no pocos obstáculos...
Son muy pertinentes las voces que defienden algún cambio, sobre todo en la necesidad de establecer una organización mesurada, unitaria, más coordinada y simple. Los instrumentos legislativos y administrativos puede que no sean los ideales para volver a lanzar unos medios públicos, pero los obstáculos son salvables y se han de superar. No nos podemos quedar lamentándonos: hay que actuar de una manera más decidida.
¿El presupuesto es suficiente?
Es ajustado para hacer todo lo que hay por delante, pero no es lo más preocupante. El problema es la estructura interna y el funcionamiento: hay que establecer protocolos para lograr una distribución de personal y de medios más ajustada, dentro de una planificación realista, pero con más perspectiva, a partir de una visión global a largo plazo. Lo más importante es establecer cimientos sólidos a partir de los cuales ya edificaremos conforme las coyunturas nos lo permitan. Hay que combinar una producción creativa y distribuir recursos de la mejor manera posible.
¿Y la plantilla?
La plantilla es más que suficiente para la cantidad de producción propia que se hace, pero hay problemas de organización y habría que optimizar recursos: mucha gente había agotado las horas extra antes de que comenzara el último cuatrimestre del año.
Como productor, ¿se ha impulsado lo suficiente el sector audiovisual?
La industria vivió un primer momento de euforia y se desarrolló, pero la planificación no fue la acertada y se ha notado una ralentización, cuando no un retroceso.
