Ayer seguían siendo muchos los pasajeros con vuelos cancelados o atrasados que pasaron la jornada en el aeródromo a la espera de obtener algún tipo de información. De hecho, hubo pasajeros que llegaron a pasar la noche del miércoles al jueves en la terminal. Es el caso de Brenda Verhoef que explicaba que «sigo sin tener información sobre cuándo podré volver a Holanda. Hemos tenido que pasar la noche en el aeropuerto, y aquí seguiremos hasta que nos digan algo».

En la cola del mostrador de una compañía aérea estaba Escolástica Moreno junto a su nuera, que debían haber cogido el último vuelo que se canceló ayer por la mañana con destino a Madrid. «Vamos a Las Palmas a ver a mi hijo, que vive allí, y teníamos que hacer trasbordo en Madrid, pero ni siquiera nos han dado la opción de coger el vuelo en Madrid», explicó esta mujer que se había desplazado al aeropuerto desde Cartagena con la intención de que «en el mostrador me den una solución, ya que por teléfono no nos atienden». Los más afortunados hacían cola para coger un autobús que les llevase hasta el aeropuerto de Murcia para, desde ahí, coger su avión. Era el caso de Estefanía Gómez que explicó, junto a su pareja, que «teníamos el vuelo para Nottingham este jueves por la tarde, y nos han dicho que saldremos desde Murcia, aunque todavía no hay plan de vuelo, por lo que no sabemos la hora hasta que lleguemos a Murcia». Hasta que se retomó la circulación aérea a partir de las 14 horas, los vuelos inicialmente previstos en Alicante se reprogramaron, de manera que 39 enlaces se operaron desde Murcia y 14 desde València.

Desvío de vuelos a València

La previsión era que cada hora operaran diez vuelos de entrada y ocho de salida y que unos 15.000 pasajeros de los 35.000 previstos para ayer tendrían que ser reubicados porque sus vuelos no han salido.

Durante las primeras del incendio el tráfico aéreo en Alicante estuvo inoperativo lo que supuso la cancelación de 35 vuelos. El cierre obligó ayer a desviar 62 vuelos a los aeropuerto de València y Murcia de compañías como Easyjet, Ryanair, Jet2.com y Vueling. La mayoría conectaban Alicante con ciudades como Londres, Liverpool, Newcastle o Edimburgo, pero también hubo otros destinos como Ginebra, Estocolmo, Cardiff, Barcelona y Tenerife. El gestor de la navegación aérea Enaire también informó que Valencia mantendrá el control del flujo del tráfico aéreo con destino hacia Alicante.

En el aeropuerto de Manises se absorbió con normalidad los vuelos desviados desde la terminal de l'Altet debido al incendio en la cubierta, según confirman fuentes de AENA y ha podido comprobar Levante-EMV en la terminal valenciana. A pesar de la sobrecarga de trabajo en el aeródromo de Manises ni el miércoles, ni ayer, se produjeron aglomeraciones ni grandes colas. Muchos de los pasajeros que el miércoles se quedaron en tierra fueron trasladados en autobuses desde Alicante para embarcar a sus destinos en la terminal de Manises, que operaba con normalidad.

Es el caso de Bob, un pasajero que el miércoles no pudo volar con la compañía Tuifly, que les proporcionó hotel durante una noche y el desplazamiento al aeropuerto de Manises en autobús, donde embarcaron rumbo a Bruselas a media mañana de ayer. «Nos han atendido muy bien y por fin podemos volar a Bruselas», explicaba a Levante-EMV mientras se dirigía desde el aparcamiento a la zona de facturación. También estaba satisfecha con el operativo montado y el trato recibido por Tuifly Lyn, otra pasajera que se dirigía también a Bruselas y que ha tenido que pasar la noche en Alicante, hasta poder desplazarse a València y volar hasta la capital belga. «La compañía se ha portado muy bien, todo correcto».

A pesar del recurso masivo al autobús para trasladar a los usuarios de Alicante a València (el ferrocarril apenas notó incremento de la demanda) la jornada tampoco fue una bicoca para el sector del transporte por carretera ya que, explicaba el conductor de uno autobús que trasladaba a los viajeros, «cobraremos lo mismo por hacer un trayecto más largo».