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Análisis

Compromis cumple 10 años y debate su futuro

Dirigentes actuales e históricos piden cambios en el funcionamiento interno de la coalición

Compromis cumple 10 años y debate su futuro

25 de enero de 2010. Una nueva marca electoral irrumpe en el tablero valenciano. Se llama Coalició Compromís y aglutina a tres partidos, Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds. Se presenta ese día en la sede histórica de la Universitat con la aspiración de sacar del ostracismo al valencianismo de izquierdas casi apartado de las instituciones.

El nombre se elige para evitar problemas legales. La coalición tiene un pariente directo desaparecido unos años antes. Se llamaba Compromís pel País Valencià, nació en 2007 como coalición entre el Bloc y EU pero saltó por los aires en sus primeros meses de vida.

Pero al Compromís de 2010 le ha ido mejor. Prosperó electoralmente y cumple una década consolidado en las instituciones y muchos gobiernos valencianos.

«Fuimos determinantes en la caída del régimen corrupto del PP y esa es la gran hazaña», resume Mónica Oltra, lideresa de la coalición y vicepresidenta del Consell.

«Donde había una injusticia estaba Compromís, eso fue clave y fuimos los primeros en atreverse a cuestionar su poder absoluto y absolutista y en denunciar la corrupción y recuerdo cómo se reían de nosotros cuando empezamos a denunciar las cloacas de su régimen», rememora Oltra.

Unos años en los que el declive del PP por la corrupción, la crisis económica, los recortes y movimientos como el 15-M o la primavera valenciana consolidaron el espacio de Compromís y le auparon al Consell en mayo de 2015.

«Supimos recoger centenares de pequeñas luchas cotidianas que en aquel momento estaban dispersas, canalizamos su energía y plantamos cara a un régimen depredador», recuerda el conseller Vicent Marzà, convertido hoy en el gran referente interno del Bloc, el partido con mayor implantación de los que forman Compromís y que incluso se ha postulado como posible candidato para el futuro.

El entonces líder de Els Verds, Carles Arnal, cree que la coalición ha funcionado mejor de lo que muchos creían. «La verdad es que visto el antecedente del primer Compromís se le auguraba una vida corta, pero al final el éxito ha sido unir a tres partidos diferentes y a la vez complementarios».

Enric Morera, primer líder de la coalición, considera que Compromís ha sido el mejor instrumento del valencianismo desde la batalla de Almansa hace más de tres siglos y el diputado en el Congreso, Joan Baldoví, añade que sin la coalición la agenda valenciana no estaría en el Congreso ni condicionaría la gobernabilidad de España.

Una estricta coalición de partidos

Pero el crecimiento que Compromís experimentó durante años se ha frenado. Los últimos procesos han evidenciado que la coalición tiene un techo electoral y, en paralelo, la propia fórmula de funcionamiento ha empezado a ponerse en cuestión. Tras diez años, Compromís sigue siendo una coalición de partidos puramente electoral, pero sin una estructura interna definida por encima de sus tres partidos. Esa es su gran debilidad a juicio de la mayoría de las voces consultadas por este diario.

Esta semana, Morera ha propuesto avanzar hacia una federación de partidos como exigen organismos como el Tribunal de Cuentas, una propuesta que se planteó hace años pero se desestimó. Ahora, la federación e incluso la fórmula de un único partido se someten de nuevo a debate. La federación tiene más partidarios mientras la fórmula unitaria genera incluso peligro de ruptura porque Iniciativa no la comparten.

Al debate interno se suma el movimiento de reforzamiento que en el Bloc lidera el conseller Marzà y que suscita temor porque muchos lo interpretan como un intento de sustituir a Compromís.

Una estructura estable

Oltra sostiene que una federación de partidos es una vía a explorar. «Podría darnos una estructura estable que la coalición ahora no tiene, pero debería combinarse con la estructura actual, basada en el equilibrio y la reserva de pluralidad que es el factor que ha hecho de Compromis una fórmula de éxito y eso tenemos que conservarlo, ponerlo negro sobre blanco y reglamentarlo», matiza.

Para Marzà, la clave del futuro es que Compromís aprenda a llegar a más gente. «Organizativamente tenemos que mejorar para poder impulsar políticas transformadoras con más fuerza, tanto en las instituciones como en el contacto con la sociedad civil y la calle». La coordinadora del Bloc, Àgueda Micó, abunda en que la coalición es una herramienta mejorable. «Nos falta más cohesión y una organización interna que, por ejemplo, garantice a las personas adheridas a Compromís disfrutar de los mismos derechos que los militantes del resto de partidos».

En la misma línea, el síndic en las Corts, Fran Ferri, otro de los jóvenes referentes del Bloc, ve necesario un reconocimiento más extenso de los derechos de la militancia y abrir espacios de participación. «A nosotros nos gustaría reforzar Compromís desde Compromís pero se ha demostrado que no es posible hacer un congreso de toda la coalición, por lo que el Bloc tiene que hacer su camino».

Ferri reclama un modelo de participación de la militancia que supere el ámbito local o comarcal y llegue al autonómico. «En eso estamos fallando», lamenta. «Nadie cuestiona la continuidad de Compromís ni los liderazgos actuales, que aun tienen que dar mucho de sí, pero creo que reforzar el Bloc es compatible con un Compromís más fuerte», analiza el síndic.

Morera también opina que hay muchas cosas a mejorar. «Yo he propuesto la federación de partidos, una cooperativa de segundo grado, donde cada uno sea amo de su casa y de su partido pero que disponga de instrumentos que puedan regular esa federación. «Como cosas a mejorar -añade Morera- creo que se está perdiendo la conexión con las bases y se toman decisiones sin contar con ellas como con los nombramientos que se realizan», añade.

Baldoví también cree que Compromís debe crecer como organización si quiere convertirse en el partido mayoritario de la izquierda valenciana, algo que ve posible como ha ocurrido por ejemplo en el Ayuntamiento de València, pero ese crecimiento no puede producirse, según el diputado, sin respetar la pluralidad y a las diferentes voces que conviven en su seno.

Opinan los históricos

Pascual Mollà, histórico dirigente de EU y ahora de Iniciativa está convencido de que Compromís es la organización que mejor funciona en todo el panorama político valenciano y asegura que la clave es la pluralidad y el consenso, por lo que no es partidario de grandes cambios. Mollà cree que la uniformidad no es buena y que un partido único sería la antítesis de lo que representa Compromís. «Pero tenemos que tener siempre tensión de mejorar y hay propuestas como la de la federación que pueden ser interesantes», explica.

Otro histórico, Pere Mayor, que fue secretario general, líder de la UPV desde 1986 y del Bloc hasta 2003, apunta que Compromís, como coalición únicamente electoral se sustenta en sus tres partidos, las cuotas (que permiten a los pequeños asegurar la representatividad), un liderazgo que ejerce Oltra y una estructura más grande, la del Bloc, «que obedece y acata con una dirección que está en total complicidad con Oltra».

«Algunas fuerzas (Iniciativa) no han querido avanzar y eso ha generado mucha insatisfacción». «No veo -dice Mayor- que en el futuro se vaya a caminar hacia una estructura única y creo que deberían haberse aplicado fórmulas como reunir al Consell General de Compromís (lleva casi cinco años sin convocarse) porque no existe una estructura que funcione democráticamente», lamenta. «Y cuando fundamos el movimiento se hablaba de radicalidad democrática, participación y dos legislaturas y casa... ¿en qué ha quedado eso?», se pregunta.

«Fórmula cogida con pinzas»

«Compromís es una fórmula de éxito, pero está cogido con pinzas», aporta a la reflexión el exalcalde de Sagunt Quico Fernández, histórico del Bloc. «Para que Compromís tenga continuidad tiene que consolidarse como una fuerza plural, funcionamiento democrático y reglas del juego claras».

«Para tomar cualquier decisión siempre tenemos el mismo problema, no se convoca el Consell General porque algunos piensan que puede romper los equilibrios; es decir las normas están pero no se cumplen, por eso hay que buscar la fórmula, bien una federación de partidos o partido único, ambas me parecen bien, pero que quienes formamos Compromís tengamos los derechos garantizados y no haya peligro de ruptura».

El exalcalde avisa también que el Bloc no puede tomar decisiones de forma unilateral aunque sea el partido mayoritario y advierte de que fuera de Compromís «hoy no hay nada». «No podemos permitir aventuras en solitario ni hiperliderazgos y no son buenos los movimientos que pueden romper Compromís porque no estamos para aventuras y el Bloc no puede disfrazarse de Compromís para intentar ser el partido hegemónico».

Otro de los fundadores, Joan Mansanet, asegura que el fracaso es no haber conseguido que el Consell General se convocara regularmente. «Por una parte está el miedo de Oltra a perder alguna votación y por otro la incapacidad de la dirección del Bloc de normalizar la pluralidad». Mansanet cree que el valor que unía el primer Compromís era la lealtad, que se rompió pronto, cuando se empezó a hablar de las patas de Compromís y considera una ficción que se quiere hacer ver que Joan Ribó «es independiente cuando es un militante más de Iniciativa y se ha visto perfectamente con la configuración del gobierno en València, humillando de manera innecesaria al Bloc. ¿Por qué Iniciativa debe tener una vicealcaldía si el alcalde ya es Iniciativa», se pregunta.

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