La Comunitat Valenciana es la tercera autonomía de España con más instalaciones con riesgo de nivel superior de sufrir un accidente grave a consecuencia de sustancias peligrosas que emplean en los procesos industriales. De hecho, Cataluña, Andalucía y la Comunitat Valenciana albergan 220 instalaciones de este tipo. La cifra, a enero de 2020, supone más de la mitad de las 420 instalaciones «de nivel superior» de ese riesgo potencial de que existen en España, que en total cuenta con 900 fábricas o plantas donde interviene algún tipo de sustancia con riesgo químico, incluidas las de riesgo inferior, según datos facilitados por fuentes conocedoras de la planificación y prevención de riesgos químicos del Gobierno.

Por comunidades autónomas, Cataluña encabeza el número de instalaciones de este tipo, con 101 de establecimientos de nivel superior sujetas a la normativa Seveso-una directiva europea llamada así por el peor accidente químico sufrido en Europa-. Precisamente, la comunidad autónoma catalana ha sufrido esta semana un accidente grave por la explosión en la planta de Industrias Químicas de Óxido de Etileno (Iqqxe) en Tarragona que se ha cobrado tres vidas y numerosos daños materiales. Tras Cataluña, la segunda comunidad autónoma con más instalaciones de nivel superior es Andalucía, con 78, seguida por la Comunitat Valenciana, con 41; País Vasco, con 28 y Canarias, con 25.

Las sustancias empleadas, de distinta índole, desde explosivos, minerales, ácidos entre otras, se destinan a la fabricación de objetos, materiales y productos de los que los ciudadanos se sirven, desde materiales de construcción, para el aislamiento térmico pasando por combustibles o incluso fármacos, pero para ello necesitan procesos industriales que requieren de sustancias y condiciones peligrosas, lo que hace necesarias una serie de normas de control para prevenir los riesgos que comportan y evitar así los posibles accidentes con importantes daños que pudieran producirse.