Los vecinos de les Deveses de Dénia, una playa en regresión y que se queda cada dos por tres sin arena, respiraban aliviados el lunes. Parecía que la borrasca Gloria pasaba milagrosamente de largo. Pero fue el último coletazo del temporal, el de la noche del lunes y la madrugada y la mañana de ayer martes, el que se ensañó con este frágil tramo litoral. Aquí puedes seguir en directo la última hora del temporal Gloria en la Comunitat Valenciana.

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Las olas, tras socavar los muros de contención, destruyeron las fachadas que dan al mar de estas antiguas casas (muy reformadas tras el estropicio que otro temporal causó hace tres años). El destrozo es de órdago. Una finca de primera línea también sufrió daños importantes. Los propietarios colocaron grandes sacos de tierra en un tramo de los cimientos que quedó al aire.

«Esto es una catástrofe anunciada», afirmó María, una de las vecinas de la primera línea de les Deveses. «El Ayuntamiento de Dénia y Costas sabían la que se nos venía encima. No han hecho nada para proteger las casas. Y el mar las ha destrozado».

Los vecinos estaban desolados. «Es para llorar. El desastre es más grande que hace tres años. Costas tira arena y tira también nuestro dinero. Aquí hace falta una regeneración con espigones. Y hace falta ya», advirtió esta misma vecina.

Mientras, a Josep sus vecinos le insistían en que saliera de las terrazas asoladas. Tiene 67 años. Y siente un apego muy especial por la vivienda que en parte se vino abajo. «Nací aquí. Mi familia compró en 1949 esta casa. Se construyó en 1909. El mar ahora la ha destruido», lamentó.

Expuestos a los temporales

Tanto Josep como sus vecinos coincidieron en que hace años entre las casas de primera línea y el mar había más de cien metros de playa. «Ahora no queda nada. Estamos totalmente expuestos a los temporales», dijo Josep, que avanzó que los residentes deben incluso estudiar presentar una reclamación patrimonial contra las Administraciones responsables. «La culpa la tienen ellos por no tomar medidas para recuperar la playa. Hay fotografías antiguas que demuestran que aquí había una gran extensión de arena. Ahora no queda nada».

La asociación de vecinos de les Deveses hace años que batalla para que el Ministerio de Medio Ambiente y, en concreto, la Dirección General de Costas llevan a cabo la regeneración. Estos organismos ya han sacado a exposición pública el proyecto. Las obras suben a 14,4 millones de euros. Se recuperaría un ancho de playa de 45 metros y se crearía un cordón dunar de 6 metros de altura. La clave para «fijar» la playa estriba en construir tres espigones de hasta 500 metros y verter casi 600.000 metros cúbicos de arena. Hasta ahora los aportes de arena han sido como los trabajos de Sísifo. Al primer temporal la playa recuperada desaparece.

El temporal siguió golpeando ayer con fuerza el litoral de la Marina Alta. En Xàbia, los tramos costeros en los que se había empezado a retirar las piedras que escupió el mar amanecieron otra vez alfombrados de rocas y de espuma marina. La borrasca Gloria no empezó a dar tregua hasta el mediodía.

En el Primer Muntanyar de Xàbia, Carlos, el propietario del Montgó di Bongo, uno de los locales de moda en verano, afirmó que su negocio había sufrido «un siniestro total». «El mar lo ha triturado». «Abrimos en el 84 y hemos vivido otros temporales pero ninguno tan fuerte como éste. El mar ha crecido mucho», afirmaba mientras las olas se seguían colando en el local por la terraza. «Sí, claro que abriremos para Pascua. Ahora esperaremos que pase este maremoto y empezaremos a poner orden», aseguró este empresario.

En Xàbia, los paseos de la Marina Española (en el Puerto), del Arenal y de la Caleta han quedado hechos trizas. Sobre todo el último citado. Las olas han arrancado de cuajo las baldosas, las farolas y los bancos. Los chalés estaban ayer aislados. Una máquina se afanaba en abrir paso entre tanto destrozo. El paseo de la Caleta, ahora arrasado, era uno de los más coquetos del litoral valenciano. Lleva a la playa de la Cala Blanca.

Mientras, en el Arenal, Fredi, un trabajador de la heladería Peca2, lamentaba el estropicio que el mar ha causado en este negocio. Ayer esperaba al perito del seguro para que hiciera una evaluación de los graves daños. «Estábamos a punto de empezar a limpiar para abrir. Este 28 de enero queríamos empezar ya la temporada. Sí, hemos sufrido muchos desperfectos».

Diez centímetros de arena

En otro negocio de primera línea, la pizzería La Tagliatela, los bancos-rompeolas de hormigón desplazados por el mar (y eso que pesan un quintal) golpearon contra la fachada y la reventaron. «Dentro del local había 10 centímetros de arena. El mar ha entrado con fuerza», explicó Lucas, uno de los trabajadores de la empresa de mantenimiento de los restaurantes de esta franquicia. «Nos vamos a poner a trabajar a tope porque hay que abrir cuanto antes».

Los empleados de Ferrovial, empresa que se encarga de la limpieza viaria en Xàbia, ya se acercaron ayer al paseo del Arenal para empezar a planificar la puesta a punto de esta playa. «Aquí tenemos trabajo a punta pala. Un mes para limpiar y retirar todo lo que ha sacado el temporal no nos lo quita nadie», comentó uno de los trabajadores.

Los ayuntamientos ya se han puesto manos a la obra. En Xàbia, seis palas-excavadoras trabajaban ayer en la carretera del Primer Muntanyar, una vía importante de comunicación que el mar ha «conquistado». Está repleta de piedras y cañas.

Los trabajos para volver a la normalidad van para largo. El alcalde xabienc, José Chulvi, pidió ayer a los vecinos «comprensión y paciencia», dado que el temporal y la catástrofe que ha sufrido el litoral de la Marina Alta han sido históricos. El objetivo, eso sí, es tener paseos y playas listos para la campaña turística de Semana Santa.