«Veremos la propuesta y la discutiremos como cualquier otra, venga de Vox o de donde venga». El grupo parlamentario de Ciudadanos estudirá la propuesta de veto parental que ha lanzado la ultraderecha para que los padres puedan tener la posibilidad de autorizar previamente actividades que programen los profesores en aulas de la Comunitat Valenciana.
El portavoz de Cs, Toni Cantó, que defiende continuamente que Ciudadanos es un partido de centro, se mostró ayer partidario de estudiar la propuesta de la ultraderecha. La formación naranja es el único partido del arco parlamentario valenciano dispuesto a plantearse esta iniciativa de Vox, después de que ayer mismo la vicesecretaria del PP, Elena Bastidas, señalara que ni a ella ni a su partido ni Vox ni los socialistas les van a marcar la agenda.
Cantó, en cambio, «compró» la agenda de la ultraderecha. Además, las palabras del síndic de Ciudadanos se producen en un momento en que la formación huye a nivel estatal de este debate.
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, rechazó la aplicación del «veto parental» de Vox en la negociación de los presupuestos de la comunidad de Madrid y el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, también del partido de Cantó rechazó la posición de Vox respecto a lo que llama «pin parental». Ciudadanos firmó con este partido en Andalucía un acuerdo presupuestario que incluía la adoptación de una medida similar. Con todo, el Gobierno de Murcia, formado por PP y Cs con apoyo externo de Vox lo ha aprobado y el Gobierno central (PSOE-Podemos) le ha enviado un requerimiento para que las instrucciones sean retiradas de los centros.
Cantó aseguró ayer en las Corts que la cuestión del veto parental era una anécdota y señaló que su partido es el que más está luchando contra «el adoctrinamiento» en la Comunitat Valenciana, Cataluña, Baleares al tiempo que denunció la «inoperancia» de los gobiernos de España tanto de PP como de PSOE por no hacer uso de la Alta Inspección Educativa cuando, en su opinión, ha sido necesario.
El portavoz valenciano de Ciudadanos pidió que el debate sobre educación no se quede en la anécdota ni se convierta en «un arma arrojadiza para que los dos extremos se casquen». «Llevamos años peleando contra el adoctrinamiento y hemos estado muy solos», añadió el portavoz de Ciudadanos.
Mientras, la Conselleria de Educación confirmó ayer que no existe constancia de ninguna denuncia de padres por actividades relacionadas con la asistencia de sus hijos a actividades sobre las que Vox pretende activar el «veto parental» por lo que no existe un problema sobre esta cuestión que la ultraderecha reclama.
Por su parte la vicesecretaria del PP, Elena Bastidas, considera que el Gobierno y Vox desvían la atención sobre temas lo suficientemente importantes con uno antiguo. «Sánchez dice que quiere desjudicializar la política pero quieren llevar a los tribunales a Murcia y no los casos de adoctrinamiento en aulas de Cataluña». El PP quiere dar prioridad a cuestiones como la manifestación en Orihuela.
Rechazo absoluto del Botànic
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, señaló ayer en Madrid que mientras exista Gobierno progresista no se va a hablar del «censo parental», porque es un retroceso histórico que un país decente no se puede permitir.
Mientras, el Botànic tiene claro el rechazo y llama a PP y Ciudadanos a que «no se dejen arrastrar» por la extrema derecha. El síndic del PSPV, Manolo Mata, afirma que el veto parental es un insulto a los 800.000 enseñantes en España, ya que presupone que los docentes «están manipulando a nuestros hijos desde hace décadas». Para el síndic de Compromís, Fran Ferri, la propuesta de Vox no llegará a ningún sitio, ya que no será aprobada por las Corts, y las escuelas seguirán siendo espacios de libertad. Pilar Lima (Podemos) acusó a Vox de querer implantar políticas fascistas que atentan contra la educación pública y dijo que la propuesta quedará en nada.
