La borrasca Gloria dejó un momento casi apocalíptico en el área metropolitana de València con un cielo entre amarillo y rojizo que, repleto de nubes y con el fondo de una intensa tormenta, parecía anunciar el fin de mundo. El motivo del color amarillento del cielo era la presencia de polvo en suspensión arrastrado desde el continente africano por la borrasca Gloria.

Por otra parte, la consellera de Interior Gabriela Bravo anunció ayer que este viernes, el pleno del Consell aprobará un decreto de ayudas, al igual que se hizo con la DANA de septiembre, de forma que los ayuntamientos afectados pro el temporal dispondrán de 45 días para solicitar a la Generalitat ayudas para reparar los destrozos causados por el mal tiempo. Bravo también pidió la intervención de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para ayudar en la retirada de la nieve en Els Ports.