El banco del parque de l'Estació de Gandia en el que, la madrugada del pasado lunes, falleció de hipotermia Iuliana Maulea, una indigente de 52 años de nacionalidad rumana, apareció ayer con un sencillo y sentido homenaje a su figura.

En un cartel escrito a mano se podía leer: «Julia, descansa en paz. Siempre te recordaré. Lo siento. Ana», al que acompañaba un ramo de flores. Pese a que durante las primeras horas de la mañana no llovía en esta ciudad, nadie se sentó en ese espacio, que se convirtió en un pequeño altar que llamaba la atención a los viandantes.

Según pudo saber este periódico, todo apunta a que la autora de ese homenaje es una persona que durante los últimos años atendió a Iuliana y trató de ayudarla para que, especialmente en noches como la del lunes, no durmiera al raso, una sugerencia que ella declinó y que acabó costándole la vida.

Ayer el cuerpo de la mujer, que se convirtió en la primera víctima de este temporal en la Comunitat Valenciana, seguía bajo custodia judicial. Nadie lo ha reclamado para hacerse cargo del entierro.

El hecho de que sea de nacionalidad rumana puede derivar en una petición internacional por parte del juzgado que instruye el caso para que la policía de aquel país intente comunicar a los familiares, si los hay, el fallecimiento de la mujer. Pasado un tiempo, el Ayuntamiento de Gandia, en calidad de municipio cabecera de partido judicial, se encargaría de las exequias, como ocurre en aquellos casos en que la persona fallecida, ni sus familiares o allegados, disponen de recursos para ese último trámite.