El balance provisional de pérdidas que deja la borrasca Gloria, en forma de gota fría, viento, pedrisco y nieve, para el campo de la Comunitat Valenciana es de 24 millones de euros, según la primera estimación de La Unió de Llauradors, cuando la campaña agrícola entra en su fase final y tanto el caqui como el grueso del cítrico están ya recogidos, aunque el pedrisco de ayer podría dañar los árboles.

En la primera fase del temporal los principales daños se dieron por los efectos del viento y en la segunda sobre todo por el granizo que ayer afectó a numerosos municipios de l'Horta y la Ribera como Picassent, Benifaió, Alginet, Carlet o Algemesí, aunque de forma desigual. Plantaciones enteras de quedaron cubiertas de un espeso manto blanco.

Según esta organización agraria, en Picassent han quedado destrozados el 70 % de los invernaderos de kiwi. Este municipio es la principal zona productora valenciana de esta fruta tropical.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha pedido a la Generalitat y al Gobierno central que tomen cartas en el asunto y aprueben ayudas urgentes para mitigar las graves pérdidas que han sufrido los agricultores como consecuencia de los devastadores efectos de la borrasca Gloria a su paso por la Comunitat.

Los daños son generalizados en todo el territorio, pero con mayor incidencia sin duda en las comarcas centrales y sobre todo en la Ribera Alta y Baixa. Aparte de los cultivos, las principales pérdidas se darán en infraestructuras agrarias como los invernaderos que han sufrido las consecuencias en sus estructuras y en mallas y plásticos, así como también en los caminos, sistemas de riego, rotura de naves, mataderos o granjas, márgenes o arrastre de tierras, donde las valoraciones pueden ser muy elevadas.

En muchas zonas del interior de Castelló existen aún graves dificultades por la nieve para acceder a los masías y a las granjas con el consiguiente problema para alimentar a los animales, por lo que La Unió de Llauradors reclama que se aumenten los esfuerzos necesarios para normalizar la situación y se incremente la maquinaria pesada para acceder a las zonas incomunicadas. También se detecta un aumento en los gastos de calefacción de las granjas y continuos cortes en el suministro eléctrico y telefónico.

Cosecha pendiente de recoger

El cultivo de los cítricos, ya en su segunda parte de la campaña, es el más afectado con más de 17 millones de euros por daños en cantidad y en calidad, pues entre un 20 % o 25 % de la cosecha pendiente de recolectar se ha podido ver dañada en mayor o menor medida, como consecuencia del viento por caída o rameado o por efecto del granizo.

Aunque la incidencia es generalizada, el porcentaje dependerá de cada término municipal e incluso parcela. Habrá que tener en cuenta también posibles daños por inundación según la evolución de la climatología, en este caso serían problemas de asfixia radicular, podredumbre o aparición de hongos y fisiopatías en la piel del fruto. Afortunadamente, la campaña citrícola va muy avanzada y además el granizo en muchas zonas iba acompañada de abundante agua, lo que ha minimizado los daños.

El otro cultivo más afectado es el de las hortalizas de invierno, sobre todo alcachofa y las brassicas (como por ejemplo las coles) o patatas y cebollas acabadas de plantar con más de 2,5 millones. El resto de pérdidas se ha producido en cultivos también afectados como los viveros de plantas vivas y ornamentales o el aguacate, entre otros, según Carles Peris, de la Unió.