Un tercio de los médicos jubilados de la Comunitat Valenciana asegura no estar contento con la atención sanitaria que recibe por parte de sus colegas en activo, entre otros motivos por el "trato poco deferente y fraternal", los tiempos de espera para ser asistidos o hacerse pruebas, o la demora para someterse a una intervención quirúrgica.

Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta que han llevado a cabo las vocalías de Médicos Jubilados de los colegios de médicos de Alicante, Valencia y Castelló, para lo que se enviaron 2.600 cuestionarios y se obtuvieron 1.1158 respuestas válidas.

El estudio tiene como objetivo conocer si los profesionales jubilados están contentos con la asistencia sanitaria cuando como pacientes precisan de una atención que, hasta ayer, prestaron ellos mismos, según ha informado las entidades colegiales en un comunicado. El 28,47 por ciento de los facultativos jubilados considera que el grado de satisfacción global por la atención recibida ha sido "mala" o "muy mala" y más de un tercio de los participantes en el estudio señala que no se identifica como médico jubilado cuando acude al hospital o centro de salud.

El 45,6 % de quienes han precisado asistencia señala como una de las causas de esa insatisfacción el "trato poco deferente y fraterna", algo que, según el estudio, puede mejorarse ya que "no precisa de cambios estructurales y sí de concienciación y de actitud personal".

Los mayores porcentajes de insatisfacción están provocados por causas inherentes al modelo sanitario como son los tiempos de espera para recibir atención primaria y especializada, para realizarse pruebas diagnósticas, iniciar ciertos tratamientos y las demoras para someterse a una intervención quirúrgica.

El 44,11 por ciento de los participantes puntúa con "muy mala" o "mala" las demoras que se registran en las pruebas diagnósticas, y otro 13,49 % con un "regular" frente al 42 % que dice que fue "buena" o "muy buena". En el caso de las intervenciones quirúrgicas, el grado de satisfacción por el tiempo de espera fue para un 48 % "buena" o "muy buena". Por contra, un 46 % la calificó de "mala" o "muy mala" y un 6 %, "regular". Un 48,82 % de los encuestados respondió que la iniciación de los tratamientos fue "mal" o "muy mal"; un 10 % "regular" y el 51,12 % la calificó de "buena" o "muy buena".

En el estudio también se planteó a los médicos jubilados que aportasen propuestas de cambios y, en general, los encuestados demandan mejoras en el sistema sanitario que redunden en toda la población como la libre elección de facultativo y centro lo que, además, facilitaría poder ser atendidos donde han ejercido toda su vida profesional.

Entre otras sugerencias, reivindican la necesidad de un reconocimiento a la figura del médico jubilado como "alguien que ha formado parte del sistema, que ha tenido un papel activo en la mejora del mismo, que es un antiguo compañero y que merece respeto y consideración por parte de quienes desempeñan esas mismas responsabilidades en la actualidad". También redundaría en una agilización del sistema que el médico jubilado dispusiese de una mayor autonomía para el autocontrol de sus procesos crónicos.