«Revertir el paseo marítimo y devolver a la naturaleza lo que es suyo». Con esta reflexión dejaba claro ayer el alcalde de Bellreguard, Àlex Ruiz, cuál es, a su entender, la actuación que evitará de forma definitiva las devastadoras consecuencias de un temporal como Gloria, que ha causado importantes daños en esta localidad de la comarca de la Safor y en todo el litoral de la Comunitat Valenciana. Para la máxima autoridad municipal reparar los daños para volver a dejarlo en el estado actual significaría «malgastar millonadas», ya que se prevé que estos episodios serán cada vez más habituales.

Ruiz, en conversación con Levante-EMV, señalaba que su intención ahora es esperar a que el departamento de Costas decida cómo actuar, toda vez que el paseo marítimo de esta localidad fue construido en su día por el Ministerio de Fomento y «se encuentra sobre suelo de dominio público», por lo que el ayuntamiento no tiene, en principio, la competencia para actuar, señalaba el alcalde.

Silencio de la Administración

«Hasta este momento, nadie de la Administración se ha puesto en contacto conmigo», se quejaba. Si llega el momento y le preguntan, Ruiz planteará que la mejor opción es «que la playa vuelva a su estado natural», esto es, sin paseo. «Debemos recuperar el medio natural, que las dunas y las motas actúen de barrera». Lo que tiene claro el alcalde del municipio es que desde el Gobierno local no se van a realizar actuaciones urgentes en el paseo.

Entre otras cosas porque «el paseo se está hundiendo y para nosotros lo prioritario es la seguridad de los trabajadores», señalaba. De hecho, la fachada marítima sigue cerrada al público precisamente por riesgo, ya que la pasarela está construida sobre la mota de arena.

Este periódico pudo comprobar el pasado miércoles que, debido al envite de las olas, se había derruido una parte de la plaza que alberga la Font de la Roda y el firme presentaba varios agujeros. Los propios vecinos y vecinas que se acercaban alertaban a otros de que no se acercaran demasiado al borde del paseo precisamente por riesgo a que se viniera abajo.

Ruiz no se pone como objetivo la Semana Santa, como están haciendo otros ayuntamientos porque prefiere hacer un ejercicio de reflexión en el que participen todos los actores implicados para valorar si es momento de plantearse un cambio en el modelo urbanístico de la costa.

El alcalde recordaba que el paseo marítimo de Bellreguard ya fue objeto de un retranqueo de entre 15 y 20 metros hace años, es decir, que ya se eliminó una parte para evitar la regresión. «Este temporal ha sacado a la luz los cimientos del trozo que fue retirado», señalaba el alcalde.

Medio millón en daños

Cuestión aparte de la solución que planea Àlex Ruiz, el ayuntamiento ha hecho una estimación «muy laxa» del coste que supondría actuar en la reparación de los desperfectos que asciende a unos 500.000 euros.

Mucho más le costará a Tavernes de la Valldigna volver a la normalidad. El ayuntamiento estima los daños en 2,5 millones de euros. En Xeraco, los técnicos municipales han tenido que volver a realizar una inspección porque ayer aparecieron toneladas de cañas arrastradas hasta la arena». Lo mismo en Piles, donde su alcalde, David Morant, señalaba que «estamos aún evaluando los daños».