Los Geólogos e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos coinciden en reclamar cambios en la planificación del litoral para evitar o minimizar los efectos de temporales que, como «Gloria», afectan al Mediterráneo y causan la muerte de decenas de personas así como cuantiosos daños materiales. Así, desde el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), el experto en riesgos naturales Joan Manuel Vilaplana, ha apostado por «deconstruir» el litoral y aportar nuevos sedimentos a los ríos de la cuenca del Mediterráneo para evitar catástrofes en el futuro Vilaplana explica que aunque los temporales del Mediterráneo son fenómenos «relativamente frecuentes», con un «litoral tan antropizado» por infraestructuras y viviendas en primera línea y unos ríos y rieras que no acarrean sedimentos, se impide la renovación natural de las playas y apunta que un «paradigma» de esta situación es el Delta del Ebro que está en retroceso «desde hace décadas por falta de sedimentos».

Por su parte, el catedrático de Puertos y Costas de la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Valencia Vicent Esteban Chapapría, ha explicado en declaraciones a Europa Press que considera que, por un lado se debe fijar un plan inmediato para reparar los daños y, por otro, establecer una política de futuro a largo plazo. «Hay necesidad de reconfigurar y adaptar nuestras obras, servicios e instalaciones y el uso que damos al medio costero», ha apostillado. Chapapría recuerda que la ingeniería tiene soluciones pero ellas deben adoptarse con criterio de sostenibilidad y ante la necesidad de adaptarse porque es necesario «reconfigurar» la situación ante el cambio climático y a «reformular» la manera de tomar decisiones para atender a criterios ambientales y de sostenibilidad a largo plazo. En este contexto, recuerda que la frecuencia de estos fenómenos meteorológicos adversos «efectivamente es cada vez mayor» por el calentamiento global por lo que considera que en esa línea el panorama costero tiene que cambiar «radicalmente» porque precisamente las zonas costeras son las más vulnerables y las franjas costeras las más pobladas. Por ello, reclama una estrategia de actuación en la costa, analizar su ocupación y poner todo ello en relación con una nueva perspectiva de sostenibilidad y adaptación al cambio climático.

En ese sentido, ha puesto de ejemplo que los puertos han funcionado «a la perfección» porque están bien gestionados, a diferencia de las costas, un sistema «prácticamente abandonado durante décadas». De hecho, opina que la ley de costas española es un «instrumento magnífico» que ampara los planeamientos de sostenibilidad, pero falla la gestión directa «heredada de viviendas, paseos marítimos y planes urbanísticos anteriores» a la ley y que no han «ocupado legalmente» la costa. «Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Hay zonas dañadas que se deben proteger inmediatamente, con trabajos de unos meses, pero recomiendo un plan a medio y largo plazo», finalizó.