Gloria le ha revuelto las tripas al Mediterráneo, que ha devuelto a tierra una parte de la basura que acaba en los fondos marinos. Las playas están alfombradas de residuos de todo tipo. Abundan los plásticos. Los vecinos de Dénia no se quedan de brazos cruzados. Una marea de voluntarios se lanzó ayer a las playas. Se enfundaron unos guantes y fueron metiendo en bolsas de basura todo lo que encontraron.

La convocatoria la hizo Adama (Asociación de Artistas de la Marina Alta). Su presidente, Javier Ruiz, Txin, comentó que de su colectivo eran once. «Pero se ha ido sumando gente y, al final, éramos unos 50», indicó. Pero este medio centenar estaba en la playa de la Punta del Raset. En otros puntos del litoral dianense, los vecinos también se echaron a las playas a retirar basura. Funcionó el efecto llamada. Quienes veían a los voluntarios recogiendo residuos se ponían también manos a la obra.

Recogen una quilla

Una numerosa representación de Aprosdeco (asociación que trabaja para la inclusión de las personas con diversidad funcional intelectual) acudió también a la playa del Raset. Y también los alumnos de los talleres del Creama (Consorcio para la Recuperación Económica de la Marina Alta) peinaron la Marineta Cassiana. Allí llenaron bolsas de basura y retiraron un pedazo de quilla de un catamarán.

En el Raset, los voluntarios se armaron de paciencia y recogieron una a una bolitas desperdigadas de corcho blanco (poliestireno), un microplástico muy dañino para la fauna del mar. «La polución es terrible. Nos estamos cargando el Mediterráneo y el planeta. No podemos cerrar los ojos ante avisos como el que nos ha dado ahora este temporal», indicó una residente británica que lleva cinco años en Dénia y que ya está concienciada como el que más en cuidar y mantener limpia la costa local.

Javier Ruiz comentó que encontraron basura de lo más inverosímil. Hallaron calzoncillos y bragas, tampones y jeringuillas. Pero lo que la tempestad ha escupido a capazos son botellas y latas. Los voluntarios también encontraron zapatillas, aletas, sedales o envases. Pero el oleaje ha sido estos días tan terrible que la naturaleza también se ha hecho daño a sí misma. El mar ha sacado arribazones de Posidonia oceanica y matas de esta planta marina verdes y arrancadas ahora por la furiosa tempestad.

Los voluntarios hicieron más que limpiar las playas. Concienciaron. Ellos mismos, al descubrir tamaña cantidad de basura, se cercioraron de que algo va mal. Y los vecinos que los veían llenando bolsas de basura también se convencían de que urge evitar que la basura y los plásticos de un solo uso acaben en los fondos marinos.

Mientras tanto, los ayuntamientos de Dénia, Xàbia y Calp siguen trabajando a destajo para abrir paseos y calles costeras anegadas de agua, arena y piedras. Las labores continuarán hoy sábado en Dénia. En Xàbia, el cambio ha sido espectacular. Paseos hace horas destrozados están ya abiertos. Los negocios también se han apresurado a reparar los estropicios.