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Entrevista

Vicent Mañes: "Los equipos directivos necesitan más horas para hacer su trabajo"

«Las Administraciones deben permitir que nos ocupemos de lo importante, más allá de lo urgente»

Vicent Mañes: "Los equipos directivos necesitan más horas para hacer su trabajo"

¿Por qué los directores deciden hacer «piña» y crear una federación que agrupa las asociaciones autonómicas?

Es importante porque tenemos que llevar la voz de las personas que trabajamos día a día en el mundo de la educación. En València constituimos la asociación [Adip-PV] hace más de 15 años, con 13 socios. En principio en el ámbito provincial pero luego ya se amplió a Castelló y Alicante. Hoy en día somos unos 560, más del 55 o 60 % de las direcciones, lo que quiere decir que la gente piensa que es importante estar unidos. Luego, la federación nace en 2013 de contactos que establecemos con otras asociaciones similares en el Estado español, como la de Andalucía sobre todo.

¿Qué necesitan los equipos directivos de las escuelas para mejorar su trabajo?

Sobre todo, que las Administraciones nos escuchen y que nos consulten. Que permitan que nos podamos ocupar de lo importante, más allá de lo urgente, porque nos agobian con muchos trámites burocráticos y administrativos... Necesitamos más horas para que los equipos directivos puedan realizar su trabajo y reivindicamos el liderazgo pedagógico de los directores. La clave es que nos podamos dedicar a la gestión pedagógica para mejorar los aprendizajes de los alumnos.

Entonces, ¿las tareas burocráticas no dejan tiempo para el trabajo pedagógico?

Ese es nuestro principal caballo de batalla. Para poder empezar y terminar proyectos en los centros; organizar grupos con el resto de compañeros; sacar de los claustros las fantásticas ideas que hay; permitir que el profesorado pueda trabajar, mantener el contacto con las familias; potenciar la comunidad escolar... necesitamos tiempo, para hacer bien nuestro trabajo.

Otra reivindicación histórica es la de disponer de personal de administración en los colegios. La Conselleria de Educación lo ha empezado a realizar en los últimos cursos, aunque no de forma generalizada. ¿Esto supone un paso?

Sí, es un paso complementario a eliminar carga burocrática; con auxiliares administrativos, se aliviaría bastante. Es verdad que la Administración empezó hace tres cursos a ponerlos en los centros pero, hoy por hoy, el porcentaje de centros que disponen de ellos es bajo, solo son los más grandes: no todos los centros que disponen de dos líneas tienen personal administrativo y en los centros de una línea, prácticamente ninguno. Estamos hablando de 300, 400 o 500 alumnos y sus labores burocráticas las hacemos el directores, jefes de estudio, secretarios... que se encargan de la contabilidad, de la burocracia... Aliviaría mucho.

En esta línea, el reglamento de organización y funcionamiento (ROF) de los centros permitirá en 2020-21 que haya jefes de estudios en los colegios pequeños. ¿Cómo lo valoran?

Está muy bien, es otra de las reivindicaciones que siempre hemos tenido, que los CRA puedan disponer de un equipo directivo mejor del que tenían hasta ahora, en el que todo se personalizaba en el director. Es positivo, pero el ROF avanza en algunas materias, pero deja otras débilmente reflejadas, especialmente el tiempo de los equipos directivos. Ha cambiado que en lugar de asignar unas horas concretas a cada cargo, se da un paquete de horas para que lo distribuyamos, pero en 2020 continúan siendo básicamente las mismas que las de 1992, aunque la gestión de un centro ha cambiado mucho.

¿Algún otro punto a mejorar?

Muchos, pero lo fundamental son esos: el tiempo; la eliminación de las cargas burocráticas; potenciar el liderazgo pedagógico y que se permita una mayor autonomía, para lo que necesitamos herramientas.

Sobre la autonomía: ¿echan en falta una legislación más flexible?

Más allá de legislar, es a la hora de darnos las herramientas necesarias. Por mucho que se pregone autonomía, si tres miembros del equipo directivo disponen de 25 horas a la semana para gestionar un centro con 300 alumnos, con un presupuesto de 120.000 euros anuales... en la práctica no podemos llevar a cabo la autonomía.

¿Hay diferencias por comunidades autónomas entre la situación de los equipos directivos?

De eso se ha hablado en las jornadas. Por lo que he detectado en estos años, hay autonomías que adolecen de algunas cosas, pero son comparativamente mejor que otras, como el País Vasco, con una cantidad de recursos bastante superior al resto. En Andalucía iban bastante por delante siempre, pero ahora se produce una cierta involución... Sí que hay diferencias y como no había comunicación con la administración central, nos animamos a constituir la federación, queríamos influir en la legislación común. Otra de las reivindicaciones es más estabilidad de las leyes estatales, que no cambien cuestiones básicas cada tres o cuatro años.

¿Y qué esperan del nuevo gobierno, más allá de la estabilidad que comenta?

Estabilidad y que los cambios legislativos se produzcan con el apoyo de la comunidad educativa. Somos una parte importante a la que tienen que escuchar, no aspiramos a ser un sindicato, pero sí ser una especie de «lobby» de presión, para que nos tengan en cuenta. En la Comunitat Valenciana lo hemos conseguido; el gobierno actual es más sensible en oír la voz de los equipos directivos y esperamos que sea igual con el gobierno central.

Podemos decir que la escuela pública crece, con la introducción de las unidades de dos años. ¿Qué les parece?

Positivo. Infantil continua siendo una etapa no obligatoria, lo que debería cambiar, porque no responde a la realidad. La educación de 0 a 3 años estaba exclusivamente en manos de la oferta privada, lo que no garantizaba el derecho de los padres.

¿Está últimamente en entredicho la escuela pública?

Nuestra federación es del ámbito público y últimamente la escuela pública está siendo atacada. Es un ataque ideológico por parte de organizaciones y de un determinado sector al que no le interesa creer en ella. No tenemos nada en contra, pero reivindicamos que la concertada debe ser subsidiaria de una red pública bien dotada y cubrir huecos que no cubre la pública.

El veto parental ha centrado el debate. ¿Es más difícil educar ahora que antes? En referencia a los padres y madres, no al alumnado...

Se hace demasiado ruido con algo que no es real, no tenemos constancia de que en ningún centro haya problemas. Los padres tienen muchos canales de información, están en los consejos escolares y el contacto con las ampas es fluido. Precisamente uno de los problemas es que los padres participan poco y siempre fomentamos su participación. Sobre el pin parental, todas las actividades de la programación de un centro son refrendadas por el consejo escolar, por tanto cuentan con la aprobación de las familias. Es una cortina de humo para tapar temas más importantes y un detonador para que empiecen protestas. La aprobación de las actividades es un tema que la escuela tiene resuelto desde hace mucho tiempo.

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