Ximo Puig ha presentado esta mañana en Madrid una propuesta para una España menos centralista, socialmente más justa y con un desarrollo más sostenible. Lo ha hecho en uno de los desayunos de Nueva Economía Fórum arropado por el grueso del Consell, encabezado por los vicepresidentes Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau, junto a Vicent Soler, Gabriela Bravo, Mireia Mollà, Rafael Climent, Arcadi España, Carolina Pascual y Ana Barceló. Y acompañado por los ministros de Justicia, Juan Carlos Campo; Industria, Reyes Maroto; Ciencia, Pedro Duque, y Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes.

No ha estado el principal referente valenciano en el Gobierno, el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, sobre el que ha dejado una de las frases de la mañana al calificar la polémica en torno a su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela en el aeropuerto de Barajas de "serpiente de verano en invierno". Una forma de quitarle trascendencia y desviar el foco del secretario de Organización del PSOE.

Puig es ya un veterano en este foro después de casi cinco años al frente del Consell. El discurso con el que se ha presentado hoy ha sido más español que valenciano: planteando un esquema de futuro para España equiparable al que quiere para la Comunitat Valenciana.

Por decirlo en Madrid ha sonado con mayor reverberación su propuesta contra "la macrocefalia" de la capital. Esta, también por efecto del procés, ha experimentado "una absorción del poder económico que en el pasado no era así".

Por ello, ha concretado, impuestos como el de patrimonio y el de sucesiones deberían estar armonizados entre todas las autonomías. En todo caso, el efecto capitalidad se produce más por el hecho de que se residencian más empresas en Madrid que por la bajada de impuestos en esta comunidad, ha precisado.

"España necesita que la cosamos mejor", ha dicho. Y para ello ha reclamado la descentralización de instituciones. Ha puesto como ejemplo Alemania, donde el poder judicial y económico está distribuido en distintas ciudades. No ha querido bajar al detalle, pero sí ha comentado que no tiene sentido que el Instituto Oceanográfico esté en Madrid.

"No caben excusas" sobre la financiación

No ha sido el único mensaje hacia Pedro Sánchez. La reforma del sistema de financiación, la piedra angular de la reivindicación valenciana "no puede retrasarse más, no caben excusas" ya. Este cambio, de justicia, es la clave para "vertebrar España y deslegitimar a extrema derecha".

Puig ha llevado a la capital una propuesta de desarrollo sostenible basada en la conciliación de progreso y respeto al medioambiente. Es la idea que los socialistas defienden y que es distinta a la que Oltra y Mollà han planteado en el caso del Puerto de València.

Ni negacionismo ni maximalismos, ha señalado. Y se ha posicionado contra un "fundamentalismo que fracture la sociedad" en la cuestión verde. Su punto de partida es es que es posible "conjugar el derecho al crecimiento con preservar el medioambiente. En ningún sitio está escrito que sean incompatibles".

Crear trabajo es la prioridad

Ha lanzado así una "estrategia marco Desarrollo 5.0", en la que crear trabajo es la gran prioridad. En este sentido, ha anunciado un plan de cooperación público-privada en infraestructuras de movilidad y de vivienda.

Ha hablado asimismo de proponer un plan integral de reforestación de la C. Valenciana, que servirá también para paliar la despoblación. "Buscaremos apoyo fiscal de aquellos que contaminan el aire", ha adelantado.

Y en esa línea "verde" ha apuntado asimismo a la redacción de un proyecto integral para la recuperación de la Albufera.

Abolir la prostitución

Puig ha empezado hablando de igualdad al referirse a la justicia social. La violencia machista es el principal problema de España hoy y ha abogado por ir lo más lejos que permita la ley para conseguir una tierra libre de prostitución. "Pedimos al Gobierno que asuma el objetivo de la abolición", ha dicho, en la línea de lo avanzado por este periódico.