El equipo de científicos valencianos también ha establecido la utilidad de la terapia génica para recuperar parte de la función ventricular cardíaca tras sufrir un infarto. Para ello, mediante transferencia génica inyectaron una dosis única de un virus adeno-asociado (AAV9) que incluía una secuencia complementaria de XPO1, gen que codifica EXP-1 (proteína que participa en el transporte de moléculas entre en núcleo celular y su citoplasma), atenuando así la disfunción ventricular en animales de investigación a los que se les había inducido un infarto de miocardio.

En estudios anteriores, el mismo grupo de investigación había relacionado esta proteína con la función ventricular en individuos con cardiopatía isquémica. La asociación del vector vírico (AVV9) con un shRNA específico de XPO1, consiguió silenciar solo en el tejido cardiaco la sobreexpresión de esta ·proteína de transporte· en el corazón de los animales infartados. Los investigadores demuestran como la administración del complejo AAV9-shXPO1 atenúa tanto la disfunción del ventrículo como el remodelado cardiaco y la perdida de contractilidad en los corazones infartados, además de reducir la fibrosis en el tejido cardiaco. Este segundo estudio aparecerá publicado en las páginas del «Journal of Cardiovascular Translational Research».

En ambos estudios han participado los investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), Estefanía Tarazón, Luis Martínez-Dolz, Manuel Portolés y Esther Roselló-Lletí que forman parte del grupo CIBER-Cardiovascular (Centro de Investigación Biomédica en Red, del Instituto de Salud Carlos III). También han colaborado las investigadoras valencianas María García-Manzanares, de la Universidad CEU Cardenal Herrera, y Ana Ortega, en la actualidad en el Hospital Clínico de Valencia (Incliva).