La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica planea la construcción de un nuevo colector para el área metropolitana de València, así como una depuradora entre Picassent y Torrent. Son algunas de las infraestructuras previstas para frenar el deterioro del lago de l'Albufera por la llegada de aguas cargadas de contaminantes, algo que pasa también por separar los sistemas de aguas que a día de hoy recogen de forma unitaria las pluviales y las residuales. Situación que ocurre en el 76 % de los municipios valencianos, tal como revelaba hace meses una auditoría del Síndic de Comptes.
En paralelo, se abordaría la reparación del colector Oeste, actuación declarada de interés general en el Plan Hidrológico Nacional 2015-2021. «Está bastante deteriorado como hemos comprobado colocando cámaras en el interior », según reconocía ayer Manuel Aldeguer, director general del Agua a preguntas de Levante-EMV. «Con la puesta en marcha de estas medidas reduciríamos más de 50 % la materia fecal que acaba en el humedal cada vez que llueve», incide Aldeguer.
El coste del proyecto podría ascender a unos setenta millones de euros tras las primeras estimaciones, con financiación del Estado o a través del Fondo de Compensación Interterritorial. El nuevo colector iría de norte a sur entre Pinedo y el Barranc del Poyo y de Picassent al Barranc del Poyo. Ello permitiría desconectar el sur de València de la estación depuradora de Pinedo, liberándola de la enorme carga que ahora asume con la construcción de una nueva planta de tratamiento entre Picassent o Torrent.
La cota de altura es la que determinará el emplazamiento final pues el agua regenerada en sus instalaciones permitirá, por la gravedad, destinarse a la recuperación de acuíferos ahora ya bajo mínimos. Desde la Administración autonómica se asegura que ya hay un compromiso con la Comunidad de Regantes Canal Júcar-Turia para su reutilización posterior en la agricultura.
La necesidad de acometer una re forma de la red hidráulica en todo el entorno del Parc Natural, y que incluía incluso la modificación de la acequia de Favara por parte de la CHJ, es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el departamento de Mireia Mollà tras el informe encargado en la anterior legislatura con la entonces consellera Elena Cebrián. Durante año y medio se ha estado trabajando para evaluar el impacto de los sistemas de saneamiento en el Parc Natural y el régimen de contaminación real en caso de precipitaciones torrenciales como ha sido el temporal Gloria. Pero no solo, pues sucede también en episodios menores. «Cada vez que llueve, aunque no sea mucho, saltan las tapas del alcantarillado y miles de litros de agua contaminada llegan a l'Albufera», incide Aldeguer.
