«El virus no va con ser chino o tener rasgos asiáticos. Hay que estar mejor informados y no caer en posiciones extremas. Hay un rechazo que no podemos tolerar».

Así de tajante se muestra Vicent Andreu, presidente del Instituto Confucio en Valencia sobre la brecha que el coronavirus ha abierto en la convivencia entre la comunidad española y china.

Desde su institución, dependiente de la Universitat de València y que se dedica a promover esta convivencia y el conocimiento de la cultura china, ha hecho un llamamiento a la calma, rechazando cualquier actitud negativa hacia esta comunidad en Valencia «porque no tiene fundamento». Andreu puso en valor la forma de manejar la crisis de la comunidad china que vive aquí. «Se están autoimponiendo cuarentena y ellos mismos están evitando aglomeraciones y acudir a ciertos actos», explicó.

Así, la cabalgata de celebración del Año Nuevo chino que estaba prevista el sábado pasado en Castelló, «finalmente se suspendió como las de Zaragoza y Barcelona porque así se consideró. Hay que mantener una línea de entendimiento y ayudarles para que no se sientan excluidos», concluyó.