La portavoz de Cs en el Congreso ha hecho un lleno absoluto en su encuentro con la militancia de València, un acto que allana el camino de su candidatura para presidir el partido que Albert Rivera dejó tras la debacle electoral en las elecciones del 10 de noviembre.

Arrimadas ha pronunciado un discurso para levantar el ánimo de la militancia. En esos términos, la portavoz se postula como una presidenta del partido que huirá de las baronías territoriales y será "generoso" con los partidos "constitucionalistas" en las elecciones autonómicas del Pais Vasco, Galicia y Cataluña.

Así, Arrimadas quiere huir de "lo peor del PP y PSOE" y por ello no habrá líderes territoriales que tengan diferentes voces y puedan desafiar al liderazgo estatal . "Todos defenderemos lo mismo", ha señalado, y dará esa voz a la militancia, que adquiere en el proyecto de Arrimadas un peso fundamental.

En la propuesta de su proyecto, Arrimadas quiere crear en la ejecutiva un área de movilización y participación además de una "oficina del afiliado". Además, si hay una iniciativa que a través de un proceso de participación de la militancia interno adquiere relevancia, propone llevarlo directamente a la ejecutiva para debatir allí la propuesta.

La participación, la rendición de cuenta de los cargos orgánicos y la apertura a la sociedad civil son los tres pilares fundamentales sobre los que se sostiene la candidatura de Arrimadas en su carrera a la presidencia de Cs.

Una presidencia que tendrá que combinar con tres procesos electorales autonómicos: el del Pais Vasco, el de Cataluña y el de Galicia. Tres comunidades donde "los constitucionalistas lo pasamos muy mal, hasta en Galicia amenaza un gobierno nacionalista con el BNG".

Por ello, Arrimadas llamó a "no perder ningún voto" y en circunstancias "excepcionales" propone tejer acuerdos transversales, es decir, pactar con partidos como PP y PSOE y otras "referentes constitucionalistas".

Arrimadas también ha tenido críticas para Ximo Puig por no exigir una financiación justa para los valencianos y permitir que Pedro Sanchez "reparta el dinero en Cataluña para el procés, TV3 y las embajadas catalanas".