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Marzà 'castellaniza' su discurso

El conseller de Educación sorprende a su propio grupo con respuestas a Vox o Cs en las Corts en las que no usa el valenciano

Marzà 'castellaniza' su discurso

No ha pasado desapercibido en el grupo parlamentario de Compromís que las dos primeras intervenciones que el conseller de Educación, Vicent Marzà, ha realizado esta semana en el primer pleno del año en las Corts, hayan sido en castellano.

Marzà ha venido utilizando el valenciano indefectiblemente desde que obtuvo el acta de diputado y fue nombrado conseller en 2015. Muy pocos recuerdan haberle escuchado hablar en una lengua distinta al valenciano. Por eso, que esta semana haya contestado en castellano en dos ocasiones y de forma consecutiva a preguntas de diputados de Vox y Ciudadanos ha causado cierta sorpresa entre sus compañeros.

«Quiere salirse del cliché que le ha colgado la derecha», señalaba el jueves un compañero de grupo preguntado en los pasillos de las Corts. En las pocas encuestas de valoración de consellers que se han realizado, Marzà siempre sale entre los peor parados.

Algunos diputados admiten sorpresa, aunque dicen entenderlo y lo ven un intento de proyectar una imagen más moderada de su figura, a la que la derecha vincula con la imposición del valenciano en las aulas y con el independentismo catalán.

No hay estrategia

El conseller rechaza que sus intervenciones en castellano obedezcan a una estrategia de proyección personal como líder de futuro en Compromís después de que se dejara querer hace unas semanas en una conferencia, algo que él niega que hiciera.

Marzà sostiene que el castellano puede resultar más efectivo cuando el mensaje se dirige a ciudadanos que solo hablan esa lengua, como en la Vega Baja alicantina, comarca a la que Compromís ha dejado de llamar en la denominación valenciana de Baix Segura.

El conseller ha contestado solo a cuatro preguntas en castellano en estos años y dos han sido en el mismo pleno esta semana, lo que ha llamado la atención.

«No tengo ningún problema en hablar en castellano», explica el conseller, que recuerda que su madre proviene de una zona castellana y que esa era la lengua de sus abuelos. Matiza que responde en esta lengua cuando se le plantean cuestiones muy específicas como en casos que afectaban a Segorbe o la comarca de la Vega Baja.

Compañeros de grupo también lo ven como una forma de reforzar por parte de Marzà la idea de que las lenguas unen y no separan frente al rechazo que las derechas muestran hacia al aprendizaje del valenciano a través de la ley del Plurilingüismo que impulsa el propio conseller y que ha llevado a PP, Ciudadanos o Vox a secundar manifestaciones en distintas ciudades valencianas de mayoría castellanoparlante.

«Se puede hacer valencianismo en castellano y en eso está Marzà y eso está bien porque podemos ganar gente para la causa que en algunas comarcas te oye hablar en valenciano y se frena», añade otro diputado.

También hay quien cree que Marzà ha dado un paso en la misma línea que busca para el futuro de su partido, el Bloc, inmerso en un proceso precongresual del que pretende salir como un nuevo proyecto político que tenga una base social mayor y que resulte más atractivo para la parte de la sociedad valenciana que no habla valenciano.

El proceso del Bloc se plantea en esa idea, admiten, con el objetivo de que el proyecto pueda eclosionar en comarcas del sur de Alicante igual que lo ha hecho en València ciudad, donde hace apenas unos años parecía imposible pensar que Compromís podría convertirse en una fuerza hegemónica como ha ocurrido. Territorios, además, donde el PP cimentó durante décadas sus mayorías absolutas.

Lo que hace Marzà es practicar con el ejemplo. Si la ley de Plurilingüismo defiende que se pueden dominar tres lenguas, él lo hace, añaden en el grupo.

«Facha» también en castellano

Además, el castellano es ideal para enfrentarse a Vox, piensan en la coalición. Hace unas semanas, el titular de Educación se sentó en su escaño mostrando el libro Facha del filósofo estadounidense Jason Stanley que analiza los mecanismos de la ultraderecha para llegar al poder mientras intervenía un diputado de Vox. El libro tiene versión en valenciano y en castellano y Marzà eligió la segunda, algo que algunos de los suyos no tardaron en criticar.

Siguiendo este hilo, en el grupo hacen el análisis de que Marzà es uno de los más convencidos en que hay que plantar cara al auge de la ultraderecha (junto al síndic Fran Ferri) y conviene también hacerles frente en castellano.

La idea que trasladan es que diputados de Vox, Ciudadanos o incluso del PP jamás le hablarían a Marzà en valenciano, de modo que si el conseller se dirige a ellos en castellano deja claro quien es más intolerante, el que solo usa una lengua o quien emplea dos.

Precisamente una de las respuestas de Marzà el pasado jueves en castellano fue a una diputada de Vox que le acusaba de romper España con subvenciones a colegios que practican la apología del separatismo. Marzà le contestó en la misma lengua. «Ustedes son los que rompen España cuando agitan el odio y acusan a los profesores y cuestionan cómo educan o rechazan que los pobres tengan la misma oportunidad de aprender lenguas, dejen su odio fuera de las aulas, no va a entrar», lanzó.

De lo que no hay duda, añaden en el grupo, es que el titular de Educación seguirá usando mayoritariamente el valenciano porque lleva demasiados años bregando por sus derechos y su dignificación y en ello seguirá.

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