Escueta, simple y directa. Con capacidad para el detalle y mucha memoria. No dejaba a nadie de su grupo atrás. Trabajaba con valor, sinceridad y humildad. Así es como quienes la conocieron y estuvieron en el laboratorio con ella recuerdan a la científica Margarita Salas (Canero, Asturias, 1938 - Madrid, 2019), que ayer fue homenajeada en un acto del Consell Valencià de Cultura (CVC), con motivo del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia, que se conmemora hoy.

La investigadora, que falleció el noviembre pasado a los 80 años, dejó huella en el mundo de la ciencia y abrió camino a muchas mujeres que la siguieron en un ámbito que, como denunciaron ayer, continúa siendo eminentemente masculino y machista.

Santiago Grisolía, presidente del CVC, destacó que Salas fue una «pionera en la investigación española, que intentó poner la ciencia de nuestro país a un nivel digno». Para Grisolía, «la ciencia es vital para estar entre los países que más cuentan» y también es «un motor cultural y educativo», gracias a lo que la sociedad es «más abierta».

En el homenaje a la bioquímica, se dieron cita el presidente Ximo Puig; el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; y las conselleras de Universidades y Sanidad, Carolina Pascual y Ana Barceló, respectivamente; además de representantes de otras instituciones -como el rector de la Universitat Politècnica de València, Francisco Mora- y personas relacionadas con el mundo de la investigación, como Anna Lluch y María Blasco, investigadoras valencianas de primer nivel, reconocidas internacionalmente.

Precisamente, fue Blasco, directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), quien recordó ayer su pasado como discípula de Salas, quien la inició en la investigación: «Fue muy importante para mí, fue mi mentora científica y un modelo de que realmente se podía llegar muy alto». Blasco recordó que, como ella, «ha sido mucha la gente que pasó por su laboratorio».

Asimismo, Salas fue «muy importante para la historia de la ciencia, introdujo la biología molecular en España; es un ejemplo también en otros países y un modelo para las mujeres... y hombres», apuntó.

«Margarita Salas estableció una manera de hacer ciencia de excelencia en este país, también en la gestión de la investigación. Ahora los 'margaritos' tenemos un estilo similar», reconoció Blasco, antes de recordar que la científica, discípula de Severo Ochoa y Alberto Sols, era también una amante del arte y que creía, igual que uno de sus maestros, en eso que llaman «la emoción de descubrir».

Por su parte, la oncóloga Anna Lluch,catedrática emérita de la Universidad de Valencia y jefa de Oncología en el Hospital Clínico de València, denunció el «techo de cristal» que aún no se ha roto en el ámbito de la investigación científica y «la falta de modelos a seguir» y, aunque confesó que la tarea investigadora es «muy dura, larga y sin horario fijo», aseguró que es también «preciosa», por lo que «hay que animar a las chicas jóvenes, que tienen que creérselo porque vale la pena».

Así, Lluch reivindicó que las mujeres «deben ocupar el espacio que les corresponde» ya que, de no ser así -como hasta ahora- «se pierde parte del talento y hay un malgasto de mentes cualificadas». «Hay que redefinir el sistema hecho sin nosotras», dijo, «aportamos innovación y diversidad a los grupos de investigación». «Se nos debe considerar de igual a igual», resumió.

Futura «trobada» con niñas

Para Ximo Puig, Margarita Salas «fue una apasionada de la ciencia, defensora del esfuerzo y el trabajo en equipo, una grande luchadora para visibilizar las mujeres y una referente para lo que significa la igualdad» lo que, reconoció, «está lejos de darse en la investigación».

El presidente defendió que una ciencia «desigual e imperfecta no es inteligente ni ética» y que tener referentes es «absolutamente necesario». Por eso, anunció que las consellerias de Universidades, Educación e Igualdad trabajan conjuntamente en la organización de una trobada de niñas y científicas, sin adelantar más detalles.

Por su parte, Pedro Duque coincidió en que la situación actual «dista de ser la ideal», y por eso manifestó que desde el ministerio trabajan «para continuar el legado de Salas», quien «encarnó los valores de igualdad». «Cuanto más aprovechemos el talento, mejor; si no, nos quedaremos atrás. Las mujeres deben ir llegando, año a año, plaza a plaza, a los puestos que les corresponden por su valía, sin medidas artificiales, porque esto es una carrera de fondo», apuntó el ministro.