El coronavirus de China preocupa de lleno al sector exterior de la Comunitat Valenciana, tanto importadores como exportadores. Las principales navieras del mundo, como Maersk y CMA CGM, han ordenado paralizar durante esta semana sus buques actualmente atracados en puertos chinos, lo que supondrá que el tráfico marítimo desde los recintos marítimos del gigantesco país asiático se reduzcan al 55 % respecto a una semana normal. La decisión de los armadores de decretar el blank sailing (paralización de la flota, en su terminología en inglés) afectará a los tráficos desde el sudeste asiático con los principales puertos del Mediterráneo, entre estos el de València, líder en tráfico de contenedores.

Así lo han comunicado estas navieras a firmas transitarias como Grupo Tiba, empresa valenciana con casi una decena de oficinas comerciales en China. La directora corporativa de ventas de Tiba, Belén Carratalá, asegura que las fábricas chinas arrancaron ayer «a medio gas» tras la vuelta al trabajo en el país al concluir la festividad del Año Nuevo, prolongado por la restricción de movimientos debido al temible impacto del citado virus entre la población. Tiba cuenta con filiales en Shanghai, Quindao, Tianjin, Ningbó, Shenzen, Honh Kong y Xiamen, con una plantilla de 63 trabajadores.

La directiva de este grupo empresarial reconoció, en declaraciones a Levante-EMV, que el impacto comercial comienza a notarse, sobre todo, en las exportaciones de productos alimentarios como aceite de oliva y vino, cosméticos y azulejos, entre otros.

Después de España y EE UU, China es la principal ruta marítima para los buques que escalan en el emplazamiento de la capital del Túria, con un volumen de 5,9 millones de toneladas entre enero y noviembre de 2019, lo que su pone un ligero decrecimiento del 0,74 % respecto a idéntico período de tiempo del año anterior. El Puerto de València canaliza alrededor del 60 % del comercio exterior de Madrid y navieras como MSC -principal cliente de Valenciaport- tienen en el sudeste asiático su principal área de actividad marítima.

Preocupación en el automóvil

«Algunos gobiernos locales en regiones de China -no así en Hong Kong, uno de sus principales puertos- han restringido el movimiento de personas y muchos empleados no se han podido incorporar a sus puestos de trabajo», explica Belén Carratalá.

Las empresas transitarias canalizan la mayor parte de las importaciones y exportaciones realizadas por transporte marítimo y reconocen el riesgo que correrán sectores como la automoción ante posibles retrasos en los suministros de componentes para las fábricas españolas de la automoción.

De hecho, algunos importadores ya están recurriendo a la carga aérea para garantizarse el suministro de piezas. El precio de los fletes se ha disparado.