La Policía Nacional detuvo el pasado viernes en València a un hombre de 43 años que pegó, maltrató e intentó asfixiar a su mujer, de 28, con una almohada en la habitación de hotel en la que estaban alojados. Los gritos y llantos de la mujer le salvaron la vida, ya que una camarera los escuchó y llamó a la puerta del dormitorio, momento que la chica aprovechó para pedir auxilio. La empleada se llevó a la mujer con ella a recepción, desde donde los responsables del establecimiento la protegieron u dieron aviso a la Policía Nacional, que desplazó dos patrullas al lugar. Los agentes detuvieron al presunto agresor en la habitación, que estaba revuelta y donde comprobaron que la almohada con la que había intentado asfixiarla estaba manchada de sangre. Además de propinarle una lluvia de puñetazos y de tratar de asfixiarla, la metió vestida en la ducha, donde siguió golpéandola. Fue precisamente en ese momento cuando la camarera escuchó sus llantos y pudo intervenir a tiempo.