Una investigación ha demostrado que los factores que más influyen en el desarrollo cognitivo en la infancia son el nivel formativo de la madre y la clase social del padre, según ha informado la Universitat de València, que ha elaborado este estudio junto a otras instituciones españolas. El estudio, sobre 525 menores de 5 y 6 años de València, ha sido publicado en la revista "Gaceta Sanitaria" y presenta la influencia de las desigualdades sociales desde una perspectiva de género.

El desarrollo cognitivo en la infancia es "crucial" y ha sido considerado el período "más importante" de desarrollo durante la vida de la persona. Uno de los factores más relevantes en esta etapa es la posición socioeconómica de la familia, que incluye factores de los progenitores como los ingresos, el nivel formativo y la clase social u ocupación que desarrollan.

Como novedad de este trabajo, el equipo investigador ha examinado el desarrollo cognitivo de niños y niñas atendiendo de forma separada a las características de la madre y del padre, y considerando los diferentes roles de género.

De este modo, comparando de forma separada en madres y padres el nivel formativo y la clase social, basada en la ocupación, el equipo investigador ha concluido que durante la niñez la educación materna pesa más en el desarrollo cognitivo, y en el caso del padre es más relevante la clase social, si bien existe un amplio solapamiento entre los dos factores.

Entre las conclusiones también destaca que la edad y la inteligencia de la madre son factores clave para el desarrollo cognitivo, y que las niñas obtienen mejores puntuaciones que los niños, así como que las y los participantes de mayor edad consiguen mejores resultados.

Por otra parte, comparando clase social, ingresos y educación en el desarrollo cognitivo durante la niñez, de forma conjunta entre padre y madre, se explica cerca del 10% de la variación del desarrollo cognitivo de niñas y niños, y es la madre la que aporta ligeramente más peso en comparación al padre.

En ese sentido, han explicado que son ellas las que mayoritariamente salen del mercado laboral durante los primeros años de crianza, con lo que la educación cuenta con una mayor estimulación cognitiva materna y pesa más que la del hombre en el desarrollo neuronal en esta etapa.

En el estudio también se han incluido variables relacionadas con el desarrollo cognitivo de los progenitores como edad, país de origen, salud mental, inteligencia y consumo de tóxicos, así como del entorno familiar analizando el tipo de estructura familiar, número de hermano, asistencia a guardería y reparto del trabajo doméstico y propias de los niños y las niñas como el sexo, la edad, haber sido pequeño para la edad gestacional o ser prematuro o prematura.

El valor fundamental del estudio radica en que, a pesar de haber considerado otros elementos determinantes más próximos al niño o la niña, como pueden ser variables de exposición a tóxicos durante el embarazo (alcohol y tabaco), el efecto de variables distales y estructurales es suficientemente fuerte para desempeñar un papel fundamental, según las mismas fuentes.

Por ello, la primera autora del artículo, Llúcia González, que realiza su doctorado en la Universitat de València y es investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y en la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (FISABIO).ha explicado que el artículo invita a una reflexión social sobre qué medidas se pueden tomar a nivel político para reducir las diferencias sociales y de género".

Por su parte, Ferran Ballester, catedrático del Departamento de Enfermería de la Universitat de València y también investigador en FISABIO y en CIBERESP, añade que el trabajo se enmarca en el proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente), un estudio de cohortes de nacimiento que comenzó en España en el año 2003 y que realiza el seguimiento prospectivo de unos 4.000 pares de mujeres embarazadas y sus hijos e hijas en siete áreas de España.

Durante el embarazo y la infancia, se ha recogido información detallada sobre las características sociodemográficas, dieta, estilos de vida y exposición a contaminantes ambientales. La combinación de dicha información permite llevar a cabo una precisa evaluación de la relación de dichos factores y el desarrollo infantil.

En el estudio se ha analizado el desarrollo cognitivo de una cohorte de 525 menores, de entre 5 y 6 años, del proyecto INMA de València. Un 51,4% eran niños y un 48,6%, niñas. La investigación se ha realizado mediante la Puntuación Global Cognitiva (PGC) de las Escalas McCarthy de habilidades de niños y niñas. En la investigación han participado la Universitat de València, FISABIO, la Universitat Jaume I, CIBERESP, y la Red de Investigación en Servicios de Salud en Enfermedades Crónicas (REDISEC).