«Los CIE son cárceles para inocentes. Porque la prisión está para reinsertarse, pero en un CIE ¿De qué te vas a reinsertar? ¿De ser probre? ¿De ser africano? ¿De ser negro?». Esta es una de las frases que pronuncia Mor Diagne en el documental «Makun (no llores)», un cortometraje de 30 minutos que denuncia las malas condiciones de los Centros de Internamiento de Extranjeros en España a través de miles de dibujos y escritos de personas anónimas que llenan las paredes del CIE de Fuerteventura, ya en desuso, que albergó durante muchos años a muchas más personas que las que permitía su capacidad.

Esta cinta, que se proyectará en el festival Humans Fest de València el próximo 28 de febrero, ya ha recogido tres premios y llegó a optar a los Goya en la categoría de mejor cortometraje documental en el año 2019. El film anima con técnicas digitales los dibujos encontrados en este centro canario, y que las artistas valencianas María Jesús González y Patricia Gómez guardaron en su archivo. A partir de ellos, el director Emilio Martí pudo trenzar las grafías con las historias orales de Vivian Ntih, Thimbo Samb y Mor Diagne, todos ellos migrantes que vivieron en sus carnes lo que es estar encerrado en un CIE. «Queríamos contextualizar lo que significa migrar del tercer al primer mundo, lo difícil que es hacerlo y vivir sin papeles aquí en España. En los CIE la gente entra solo porque no tiene papeles, no ha cometido ningún delito. Por eso también quisimos explicar cómo de fácil se puede perder la documentación, basta que la policía se la quede por un problema administrativo, por ejemplo», señala Martí. «Por eso quisimos remarcar mucho que la gente que está allí es inocente y no han cometido ningún delito. Hemos querido plantear esa humanidad como algo muy positivo», apunta.

Para Thimbo Samb, actor que pone la voz a uno de los personajes del corto, la idea era «una forma muy bonita y honrada de contar todo lo que estaba pasando en los Centros de Internamiento de Extranjeros». Reconoce que «sabía que iba a ser muy difícil porque me iba a tocar revivir todo lo que pasé», pero aún así aceptó participar en una cinta que tardó casi dos años en salir a la luz.

Según Martí, la idea surge precisamente de la prohibición de grabar o fotografíar los CIE, donde jueces, abogados y periodistas no consiguen pasar casi nunca. «Cuando conseguimos entrar y ver los dibujos nos dimos cuenta de que teníamos un material único. Porque no hay material documental de los CIE. Las otras películas que se han hecho hasta el momento han sido fuera del Centro de Internamiento, recogiendo testimonios de gente que está fuera. Pero nosotros teníamos material interno», recalca. En concreto, el material recoge dibujos del Centro de Internamiento de Extranjeros de Fuerteventura, conocido como «El Matorral», pero también de un CIE que se abrió durante el gobieno de Zapatero en 2006 en Mauritania. Hasta el momento, es el único Centro de Internamiento de Extranjeros no europeo que se ha construído en África, y es conocido popularmente como «El Guantanamito español».

¿Qué dibujan los internos en los CIE? Según Martí, «como estábamos en Canarias había mucho dibujo de pateras y cayucos que vuelcan, lo que es el hecho de viajar en esas condiciones. También hay muchas banderas de los sitios de los que llega esta gente. Marroquíes, argelinas, pero también colombianas. Hay textos en árabe, en chino y en español. Y luego muchos retratos de gente que vienen acompañados de frases como 'te quiero mucho vida mía', y otras veces nos dicen simplemente quiénes son».

Si mencionas a Thimbo Samb la palabra «CIE» confiesa que le «da un bajón». «En ningún momento pensaba que en la Europa que conocemos como el primer mundo tendrían cárceles para personas por su color, por su raza o por ser pobre. Nunca me imaginé que esos fueran motivos para estar en la cárcel». El propio Mor Diagne denuncia en el corto las malas condiciones de centros como el de Zapadores, en València. «De los CIE se denuncia el mal estado de todo. Los váteres están sucios, en invierno sólo hay agua fría, hay chinches en los colchones y no hay médico ni psicólogo. Y además están masificados», alerta.

Para Emilio Martí, las siglas CIE significan «Cárcel Ilegal de Extranjeros». «Como vimos en el CIE de Fuerteventura, están en celdas detrás de rejas, no tienen cuarto de baño por la noche, unos horarios sin ningún tipo de recreo, sala de ocio o biblioteca... Yo trabajo en una cárcel haciendo arte terapia, y te puedo decir que allí los presos están en mejores condiciones que en los CIE», lamenta.