Los 22,5 kilómetros del proyecto de ampliación de la circunvalación de València se han dividido en tres tramos. El primero abarca los 10,62 kilómetros desde la CV-32 (la carretera de Rafelbunyol a Museros) hasta el cruce con la CV-35 (la carretera a Llíria), en los que se habilitarán nuevos carriles con sus respectivos enlaces, con un coste de 101,82 millones de euros. El tramo A en el que se han iniciado las expropiaciones y en el que, previsiblemente, se inciarán antes las obras.

El segundo subtramo es el más corto pero el más caro. Ampliar los 7,35 kilómetros que separan la CV-35 y la CV-370 (el eje del Túria que comunica Manises con Riba-roja y Vilamarxant) costará 142,42 millones de euros. Es el tramo más conflictivo porque atraviesa el término municipal de Paterna, donde los vecinos de la Canyada han conseguido paralizar los anteriores proyectos. El tercer subtramo abarca los 4,52 kilómetros desde la CV-370 hasta el cruce con la A-3 y tendrá un coste de 44,3 millones de euros. Para hacerse una idea de la complejidad prevista en esta obra, sólo en los 7,5 kilómetros que separan la CV-35 y la carretera CV-370 o «eje del Turia» se prevén 38 estructuras como 6 viaductos, 2 pérgolas y 19 pasos superiores. Se aprovechará la zona de 500 metros reservada para futuras ampliaciones cuando se construyó el bypass, aunque habrá expropiaciones.