Pilar Lima tomó ayer la delantera en la carrera por el liderazgo de Podem al anunciar de manera inesperada su intención de postularse para ocupar la secretaría general de la formación morada a partir de la III Asamblea Ciudadana de mayo. El anuncio por sorpresa de la diputada autonómica descolocó y generó malestar en su grupo parlamentario (que se enteró por los medios), a tiempo que cogió con el pie cambiado al sector del partido que aboga por promover una lista de consenso encabezada por la actual portavoz en las Corts, Naiara Davó, menos marcada en la batalla entre familias.
Lima se puso a disposición de la militancia para asumir las riendas de un proyecto «fuerte y cohesionado» que deje de mirarse al ombligo y se abra a la ciudadanía con una mayor participación de las bases, los colectivos sociales y los municipios. La parlamentaria exhibió el espaldarazo de los altos cargos valencianos ligados al «pablismo» en el Gobierno central, comenzando por el principal aliado de Pablo Iglesias en la Comunitat Valenciana, Héctor Illueca, y continuando con Rosa Bosaho y María Teresa Pérez.
Lima compareció flanqueada por dos diputadas de Podemos en el Congreso -Rosa Medel y Marisa Saavedra- y acompañada por un grupo de 15 personas entre las que figuraban dos altos cargos del Consell -Elena Albert y Mireia Llobera- o la candidata europea Esther Sanz.
Pero la puesta en escena ha abierto una grieta en el seno del partido, donde varias voces de peso tacharon ayer el anuncio de «precipitado» y criticaron la falta de diálogo previo. El vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, se alineó eyer con la postura expresada por Davó. «No es el momento de personalismos ni de prisas. Los consensos se construyen con un programa antes que con un nombre», afirmó. «Las precipitaciones no sirven para construir en común. Las formas son el fondo», terció en la misma línea el diputado Ferran Martínez. «La noticia me recuerda a las heridas de un pasado que pensaba superado. Debemos reforzar el partido y el Botànic y para eso había que trabajar por una candidatura de consenso, pero dudo que esta sea la forma», manifestó también la portavoz adjunta en las Corts, Beatriz Gascó. «Creo en un Podem unido para gobernar. Estas viejas formas nos debilitan», coincidió la también diputada Irene Gómez.
Lima fue la aspirante por la que apostó Pablo Iglesias en las primarias de 2017 para dirigir la formación morada, aunque no logró imponerse a Antonio Estañ, que dimitió sin agotar el mandato. Al inicio de esta legislatura, Lima se postuló para ocupar la portavocía de Podem en las Corts, pero la alcoiana Naiara Davó ganó la batalla, aupada como solución intermedia entre las facciones enfrentadas. En un escenario en el que la escisión del errejonismo y el desmarque de Anticapitalistas limita las opciones de cara al congreso autonómico, el enfrentamiento de ambas diputadas podría reeditarse en el camino a la secretaría general tras el movimiento de ayer. Davó no ha confirmado ni ha desmentido su intención de aspirar al cargo.
Lima invitó ayer a la síndica parlamentaria a continuar con su labor en las Corts. «Está haciendo un muy bien trabajo. Creo que esa debe ser su prioridad». También abogó por mantener una estructura de partido con tres patas «fuertes y consolidadas», separando la portavocía del grupo parlamentario de la secretaría general y del rol institucional en el Consell. «Me gustaría un Podem donde se repartan esas responsabilidades y haya muchas voces diferentes con un mensaje común», remachó.
Tiende la mano al consenso
Lima convocó a las bases a una jornada de trabajo «abierta y participativa» el 29 de febrero encaminada a que los diversos afluentes en el seno de la organización «se conviertan en un solo mar y todos juntos fluyan». En ese sentido, mostró la «puerta abierta y la mano tendida» para conseguir articular un consenso en torno a una lista única, aunque matizó que «es sano que haya varias candidaturas» en caso de no haber acuerdo.
A nivel orgánico, la diputada fue crítica con el rumbo de una organización que «miraba mucho hacia dentro» y «no ha conseguido los resultados esperados». «Necesitamos reestructurarnos y consolidar un proyecto en el que la militancia sea protagonista y haga sus aportaciones», concluyó.
