Ricard Gallego, ex jefe de Gabinete del expresidente de la Diputación de Valencia Jorge Rodríguez, ha defendido ante el juez la gestión que se hizo en Divalterra -antigua Imelsa- y ha negado cualquier participación suya en los contratos de altos cargos que podrían ser irregulares.

Gallego ha acudido este miércoles a declarar, en calidad de investigado y a petición propia, al Juzgado de Instrucción número 9 de València que investiga el conocido como caso Alquería.

A su salida, en declaraciones a los medios de comunicación, ha manifestado que había pedido comparecer en el juzgado para aclarar que su participación en las contrataciones de altos cargos en 2015 fue "ninguna": "Yo llegué a la diputación en febrero de 2016 y, por tanto, no pude tener participación en las contrataciones porque no estaba", ha dicho.

"Aquí no hay ni cuentas en Luxemburgo, ni testaferros, ni anotaciones extrañas en agendas ocultas. Es un caso en el que se debe determinar si unos contratos de altos cargos que iban a trabajar estaban bien hechos o no", ha agregado.

Preguntado por si considera si se hizo una buena gestión en Divalterra, ha dicho que "sí", que fue "muy buena": "En el caso de los altos cargos falta por ver si estaban bien o mal contratados. Es cierto que ni nosotros ni nadie de Presidencia sabía nada o no podíamos intuir si esos cargos tenían algún tipo de irregularidad en su contratación porque nadie nos advirtió", ha apostillado.

"Nosotros -ha añadido- solo podemos decir que el que tenía que haber advertido de esto, no lo hizo, y nosotros no tenemos la responsabilidad de conocerlo. En Divalterra había dos gerentes, un director jurídico, un secretario y la Intervención. No teníamos por qué estar pendientes de una empresa que tenía tanta gente vinculada a temas legales", ha aseverado.

Sobre los informes que advertían de presuntas irregularidades en las contrataciones, el investigado ha dicho que los conocieron en 2018, es decir, tres años después, "y son informes a favor y en contra, y el director jurídico de la empresa dijo que las contrataciones eran correctas, por lo que no podíamos pensar nunca que esto pudiera acabar como ha acabado", ha dicho.

Por último, preguntado por su opinión sobre la intervención policial en Divalterra, ha manifestado que fue "una barbaridad": "Tratarnos como si fuéramos narcotraficantes o terroristas a personas que estábamos todos los días trabajando por la mejora de los valencianos es muy injusto. La operación policial que acabó con la presidencia de Rodríguez fue desmesurada totalmente", ha señalado.