La Conselleria de Educación también se muestra partidaria en mejorar tanto la formación de los futuros docentes -es decir, de los estudiantes de Magisterio y de los de los másteres que capacitan para poder enseñar en Secundaria-, como de aquellas personas ya tituladas que superen unas oposiciones y lleguen a las aulas por primera vez.

Así lo manifestaron ayer fuentes de la conselleria consultadas por este periódico, después de que la ministra de Educación y FP, Isabel Celáa, planteara la posibilidad de que los nuevos docentes tengan un año de prácticas tuteladas. En concreto, la ministra apuntó que, después de aprobar la nueva Ley de Educación (Lomloe), se presentará «una propuesta normativa que regule, entre otros aspectos, la formación inicial y permanente, el acceso a la profesión y el desarrollo de la carrera docente». Así, entre los cambios enumeró «una fase de incorporación progresiva a la profesión» y «la evaluación del desempeño docente», entre otros.

Miguel Soler, secretario autonómico de Educación -quien ha participado en la redacción del anteproyecto-, afirma que la conselleria está «totalmente de acuerdo» con estas propuestas. Por eso, asegura a Levante-EMV que en la formación inicial de los futuros docentes, es decir, en la universidad, «se deben incrementar» las horas que se dedican a las prácticas en centros de trabajo» ya que «está contrastado que una parte de la formación inicial debe desarrollarse en el ámbito profesional, que es la manera de adquirir las competencias», una formación inicial que beneficiarán tanto a los futuros docentes de la enseñanza pública como a los de la concertada.

Por otro lado, Soler también apuesta por «replantear» el modelo de oposiciones y el acceso posterior a las aulas. Así, considera que el primer curso actual del funcionariado en prácticas es un «puro formalismo» y que debería sustituirse por «un curso junto a un tutor experimentado», que realice un acompañamiento al docente novel que, por ejemplo, podría tener menos carga docente para poder acompañar al «tutor» a sus clases.

«Se tiene que replantear el modelo de acceso a la función docente pero la parte fundamental debe ser la formación práctica, demostrar que eres capaz de enseñar», detalló.

Otras de las novedades que apuntó Celáa es la creación del Instituto de Desarrollo Curricular, heredero del Centro de Desarrollo Curricular que precisamente dirigió Soler los años que funcionó, entre 1992 y 1996. Como detalla el secretario autonómico, será un organismo «de colaboración» entre el Gobierno y las comunidades autónomas, donde «desarrollar materiales, propuestas metodológicas, ...» y dependerá directamente de la Conferencia Sectorial de Educación.

Dudas y mesa de negociación

Por su parte, los sindicatos muestran dudas ante el anuncio -sin más detalles- de los cambios planteados ayer. Desde Stepv coinciden en que hace falta un «acompañaniento de los docentes que entran por primera vez en un centro, ya sea por oposición o por bolsa de trabajo», pero temen que la tutorización conlleve una «precarización del profesorado». Además, se preguntan qué ocurrirá con el personal interino. Sobre esto, Soler asegura que se tomarán «los mecanismos necesarios para no perjudicar a nadie»

Por otro lado, CC OO ha optado por solicitar al ministerio que convoque «mesas de negociación» en las que tener «más concreción» de las medidas planteadas, la misma postura que adoptó ayer CSIF.

El anteproyecto de la Lomloe, que pronto iniciará su tramitación parlamentaria, detalla que estas propuestas deben desarrollarse un año después de la aprobación de la ley, lo que se hará previsiblemente con un decreto. Sobre una mayor participación, que el miércoles reclamaban desde la Plataforma per l'Ensenyament Públic, Soler apuntó que el debate «ya se ha dado en los últimos 20 meses» y que ahora son los partidos políticos los que pueden proponer modificaciones.