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El Consell se une al reparto de competencias y acelera el trámite para Cercanías

Trabaja ya en la transferencia ferroviaria con Transporte, si bien Puig advierte que nada debe "despistar" de la prioridad de la financiación

El Consell se une al reparto de competencias y acelera el trámite para Cercanías

El mercado de transferencia de competencias a las autonomías se ha abierto. Ha empezado en el País Vasco y se prevé que continúe en Cataluña. El Consell del Botànic quiere apuntarse y ya ha hecho gestiones para el traspaso de las Cercanías. No obstante, fuentes de Presidencia de la Generalitat insisten en que la prioridad es una financiación justa. Lo demás es importante, pero no debe «despistar» del gran objetivo de la agenda valenciana.

La transferencia de las Cercanías es una vieja reivindicación. Ximo Puig la ha reclamado desde su llegada al Palau de la Generalitat: se lo dijo a los alcaldes afectados en julio de 2016, por ejemplo, cuando gobernaba Mariano Rajoy (PP). E insistió en la misma idea tras la moción de censura y el cambio en la Moncloa.

En la nueva legislatura, los contactos ya se han producido. Según las fuentes consultadas, se ha planteado de nuevo tanto al ministro de Transporte, el valenciano José Luis Ábalos, como al secretario de Estado, Pedro Saura (ambos ya conocen la demanda, porque están en el cargo desde el verano de 2018).

«No es cuestión de patriotismo», sostienen, sino de «lógica de gestión», ya que se trata de la red ferroviaria más próxima, por lo que es pertinente que sea la comunidad autónoma la que se encargue de la misma.

El Gobierno central es sensible a la petición, según Presidencia. El máximo responsable de Renfe se ha manifestado favorable al traspaso en los encuentros con representantes de las instituciones valencianas, según los representantes del Consell.

Crisis de funcionamiento

Si la transferencia no es tan rápida como podría es por la crisis de funcionamiento actual, con cancelaciones diarias hasta sumar miles. El conseller de Política Territorial, Arcadi España, aseguró ayer en la comisión de Obras Públicas de las Corts que estabilizar la situación es el primer objetivo, pero «es un servicio que deberían gestionar las autonomías, con financiación adecuada y las competencias bien transferidas».

El ministerio aceptó hace unos días un plan de choque, que incluye la devolución de los billetes en caso de retrasos. Para el diputado del PP Miguel Barrachina se trata más de «una rendición» que de medidas paliativas. Para el conseller España, en función de lo dicho ayer en el Parlamento, tiene sentido asumir la competencia solo cuando funcione medianamente bien. Lo contrario sería librar al Gobierno central de un problema y hacer que las críticas pasarán a dirigirse a la Generalitat pese a no ser responsable del funcionamiento hasta ahora.

Puig ya ha dicho que sin recursos no hay transferencia posible. El plan es que Renfe se mantenga como operador de la red, pero la gestión pase a ser autonómica, como sucede en Cataluña, por ejemplo.

El posible traspaso de competencias se enmarca en una política descentralizadora, que llevó ayer al Gobierno de Pedro Sánchez a sellar un acuerdo con el Ejecutivo vasco, presidido por el PNV. La ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y el consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, acordaron en Vitoria un calendario de traspasos de las 32 competencias pendientes en el Estatuto vasco. El proceso se inicia con la gestión de la Seguridad Social (no la caja) y las prisiones.

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