Las 650 hectáreas de la Devesa de l'Albufera albergan un tesoro: «las 400 especies distintas que viven en este entorno natural donde existe tanta biodiversidad como el parque nacional de Doñana. Es tal el nivel de diversidad de l'Albufera que está a la cabeza de los primeros cinco hábitats más importantes de Europa», destaca el biólogo Juan Rueda Sevilla, doctor en Biodiversidad y especialista en invertebrados acuáticos continentales. Por eso, «de cara a la gestión de este espacio es de obligado cumplimiento hacer un estudio de lo que existe en el sistema para poder preservarlo. Si no conoces los organismos existentes no puedes gestionar un ecosistema», advierte el biólogo.

Aún queda mucho por hacer. Como la recuperación del lago de l'Albufera a la situación ideal que tenía anterior a los años 60, «con 250-300 especies de invertebrados acuáticos». «Actualmente sólo habrá 20-25 especies, como mucho, en el litoral del lago. Y sólo 10 especies en el lago físico. Ahora mismo la laguna está muerta. Si no se solucionan los vertidos y hasta que no haya macrófitos (plantas acuáticas), no habrá equilibrio», advierte Rueda Sevilla. La Devesa y las malladas están en mucho mejor situación. «La Devesa se puede considerar recuperada porque existen hasta 350 especies distintas de macroinvertebrados, entre ellas hasta 18 especies distintas de colémbolos, lo que representa la enorme diversidad de la zona».