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El número de mamás adolescentes en València cae a la mitad en la última década

Los expertos achacan la bajada a la mejora en el acceso a la educación sexual y a los métodos anticonceptivos, entre ellos la píldora del día después - Los abortos en esta edad también bajan

El número de mamás adolescentes en València cae a la mitad en la última década

Un descuido, un preservativo mal utilizado o ni siquiera considerado y una vida marcada por ser madre, y padre, demasiado joven. En la Comunitat Valenciana se registraron 481 nacimientos de bebés de madres adolescentes en 2018, la gran mayoría de jóvenes de 17 y 18 años pero también fueron madres 79 chicas con 16 años, 35 con 15 y una docena que no llegaban ni a cumplir las quince primaveras.

Es una (dura) realidad que sigue existiendo pero que, cada año, es menos frecuente. En solo una década y según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de nacimientos de madres de menos de 15 años y de hasta 18 ha caído a menos de la mitad, de 1.048 en 2008 a 481 en 2018. El volumen de nacimientos totales también ha disminuido por lo que, es lógico pensar que si hay menos embarazos también habrá menos que sean adolescentes pero la tasa relativa también ha bajado: del 1,83 al 1,26. Algo parece que está cambiando y así lo creen los especialistas que trabajan, precisamente, en evitar que esto llegue a pasar.

«Algo debemos estar haciendo bien», asegura la ginecóloga y presidenta de la Sociedad Valenciana de Contracepción, Inmaculada Parra. Para la especialista, que trabaja a pie de calle en el centro de salud sexual y reproductiva de Sueca, las cifras de los últimos 10 años avalan el trabajo que se lleva haciendo «desde mucho tiempo atrás» tanto en educación sexual de los jóvenes como en apoyo desde una red sanitaria «que acerca los métodos anticonceptivos de forma gratuita y fácil. Sí que debemos ponernos alguna medalla», asegura aunque la imagen que pueda llegar de los jóvenes y el sexo es de falta de información y descontrol sobre todo por los últimos repuntes de infecciones de transmisión sexual en jóvenes.

Los abortos, a la baja

La lectura de los datos es para Parra, positiva, sobre todo porque en ese periodo la evolución de los abortos en esa franja de edad se ha mantenido también a la baja. Según el último informe de Interrupciones Voluntarias de Embarazo de la Conselleria de Sanidad, en 2018 se practicaron 8.166 abortos a mujeres residentes en la Comunitat Valenciana, 876 en chicas de 15 a 19 años. Mientras la tasa en otros grupos de edad ha subido ligeramente, entre las chicas de 15 a 19 años sigue a la baja de forma sostenida y es la única que bajó de 2017 a 2018.

Además, en la mayoría de estos casos está detrás un fallo de uso o no uso del preservativo. Según los datos del informe sobre abortos de Sanidad, cuatro de cada diez mujeres que recurrieron al aborto no usaba ningún método anticonceptivo y de las que sí, el 60 % era el preservativo. La ginecóloga del servicio del Hospital Doctor Peset, Elia García, así lo confirma. «No creo que estas adolescentes que son mamás tengan un desconocimiento profundo ni falta de educación sexual sino más bien un mal uso del preservativo. En estas edades, más de la mitad ya tienen relaciones con penetración y si la primera vez no usan protección, hay hasta seis veces más posibilidades de que las siguientes tampoco se utilice», explica García.

La píldora del día después

En la ecuación de embarazos no deseados y partos adolescentes hay que tener en cuenta, además, otro método contraceptivo, la Píldora del Día Después (PDD), del que en 2018 se dispensaron cerca de 750.000 unidades en toda España. Liberalizado su acceso en farmacias y sin necesidad de receta desde 2009, cuantificar el impacto que la PDD ha tenido en esa bajada de mamás adolescentes en los últimos diez años es difícil, aunque «es importante», a juicio de Parra. «No tenemos datos directos en C. Valenciana aunque está claro que tiene que haber influido», sostiene la ginecóloga aunque su uso «tampoco está disparado como se pensaba. Hemos constatado que se está usando bien y no ha aumentado por su uso la relajación en otros métodos», asegura.

Aún así, para los educadores en salud sexual sigue siendo un caballo de batalla frente a los jóvenes ya que no debe considerarse como un método anticonceptivo habitual. «Es una segunda oportunidad pero debe ser solo cuando el primer método anticonceptivo te ha fallado. No hay que fiarse», concluye Parra.

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