La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, avanzó ayer ante el Pleno del Congreso que el Gobierno impulsará una nueva regla de gasto para otorgar un mayor margen de actuación a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. La medida facilitará a las entidades locales con superávit invertir sus excedentes en asuntos como la despoblación, el fomento del empleo, el medio ambiente y la educación, tras los problemas existentes hasta ahora. Montero intervino en la Cámara Baja para defender la nueva senda de estabilidad presupuestaria hasta 2023, el paso previo para la tramitación de las cuentas que salió adelante gracias a la abstención de Esquerra Republicana y EH Bildu. Compromís votó a favor. De esta forma, el Gobierno tiene allanado el camino para la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, un paso adelante de cara a desbloquear el incremento de las inversiones previsto en la Comunitat Valenciana que se quedó en el aire en 2019 con el rechazo de las cuentas en la Cámara Baja.

La ministra, que según sus cálculos espera tener listo el proyecto presupuestario antes del verano, aseguró ayer que el Ejecutivo va a «recoger» la reclamación de flexibilizar la regla de gasto, trasladada desde partidos como Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, Compromís. «Nuestra intención es hacer una nueva regla de gasto con una metodología que permita un mayor margen a las comunidades y entidades locales», insistió Montero.

Otro guiño al Consell

El anuncio de la titular de Hacienda supone otro guiño en consonancia con las reivindicaciones trasladadas por el Consell del Botànic. La ministra también se ha alineado a favor de la armonización fiscal reclamada por Ximo Puig y ha secundado la propuesta de reformar el modelo de la financiación.