El president de la Generalitat, Ximo Puig coincidió ayer con los agentes sociales en transmitir «un mensaje de tranquilidad» y en rechazar «alarmismos innecesarios» ante el coronavirus, que ya registra diez casos confirmados en la Comunitat Valenciana. Puig, acompañado por la consellera de Sanidad, Ana Barceló, se reunió con los representantes de los empresarios y de los sindicatos para informarles sobre el estado actual del COVID-19. El jefe del Consell explicó que se establecerá una comunicación permanente con los agentes sociales para «solucionar cualquier eventualidad».

«La ciudadanía debe saber que hay seguridad y que estamos comprometidos con la salud», aseguró Puig, quien apuntó que el alarmismo genera «una situación indeseable para todos».

A la reunión, en la que también estuvo presente la directora general de Diálogo Social, Zulima Pérez, asistió el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez; el secretario general de CCOO PV, Arturo León, y el presidente de la CEV, Salvador Navarro. El titular del Consell recordó que «no se trata de una situación de alarma, sino de preocupación».

Navarro afirmó que la preocupación debe ser la de «una enfermedad más» y no generar alarma. Sáez pidió «racionalidad y sentido común» ante «esta psicosis desorbitada» y subrayó la necesidad de escuchar a los científicos. León pidió calma, tras recordar que la situación está «absolutamente controlada».