Se trabaja a contrarreloj, sobre todo en China, pero la vacuna contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que ya deja 90.000 afectados en todo el mundo, 114 de ellos en nuestro país, puede que no esté disponible al menos en Europa hasta dentro de un año. Es la estimación de los cuatro expertos que ayer participaron en la mesa redonda sobre el nuevo virus y la enfermedad que provoca, el Covid-19, organizada por el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas I2SysBio, centro mixto de investigación de la Universitat de València (UV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los investigadores adelantaron que aunque la primera vacuna que se desarrolle en el mundo, muy posiblemente en China, pueda estar disponible en tiempo récord, en Europa no empezará a administrarse hasta dentro de un año, simplemente por la diferente legislación y controles necesarios que aquí son mucho más estrictos. «Puede que allí esas etapas que aquí se hacen con mucho rigor, en otros países no se hagan, simplemente por necesidad y premura», comentó Fernando González-Candelas, catedrático de Genética de la UV. Para el también investigador en Epidemiología Molecular en la Fundación Fisabio, el «correr» en su desarrollo no sería sinónimo de riesgo para la salud sino que «no será tan eficiente», pero lo que se vaya consiguiendo será una «puerta frente a no tener nada».

«Hay que encontrar un rango que proteja y evaluarlo con los canales normales y no correr», añadió Ron Geller, virólogo e investigador Ramón y Cajal.

El desarrollo de la vacuna frente al Covid-19, que cursa en el 80 % de los casos con síntomas leves pero que ya ha dejado 3.048 muertes mayormente en China, fue una de las muchas cuestiones sobre el coronavirus que se abordaron en una comparecencia con todavía pocas certezas pero en la que se quiso lanzar un mensaje tranquilizador. «La situación general no es para alarmarse, es casi como otro virus convencional más que un catarro o como una gripe» a nivel de propagación y efectos sobre la salud, según el director del I2SysBio, José Luis García López, pero la alarma era necesaria, ya que es un patógeno nuevo contra el que el cuerpo humano no tiene anticuerpos y no sabemos nada. «Es por un principio básico de precaución», sobre todo por la experiencia de otros virus como el de la gripe y que con sus mutaciones ha generado pandemias importantes.

En este contexto, los expertos recordaron que España está en el escenario «de contención» en el que no se pretende que no salga el virus sino «retrasar» su dispersión para dar tiempo a los sistemas sanitarios a prepararse y que el pico de la epidemia se retrase y sea inferior. «Y eso sí se ha logrado», incidió González-Candelas. «Podemos criticar al gobierno chino pero hay que agradecer que esas medidas exageradas, al resto nos han dado tiempo para hacer preparativos», añadió.

«La epidemia crecerá»

Eso sí, aunque la epidemia se haya logrado ralentizar, los expertos avanzaron que hay que esperar «que crezca en España aunque no sabemos hasta cuánto llegará», comentó Santiago Elena, profesor de investigación del CSIC y experto en evolución de virus que puso «en su lugar» al SARS-CoV-2: «habrá epidemia mayor, pero no será tan dramática como el ébola o incluso la gripe», explicó tras repasar varias de las certezas que tras dos meses de circulación del virus se tienen por ahora: que ha saltado desde la especie animal, que se parece a otros coronavirus epidémicos como el SARS y el MERS pero con una mortalidad muy baja -del 3,6 % pero del 0,9 % quitando China donde el «colapso» y la falta de diagnósticos de casos leves estarían sesgando la cuantificación de la mortalidad- y como una capacidad de contagio similar a la de la gripe. «Además, más de la mitad de los contagiados ya se han recuperado», añadió.

El profesor del CSIC recordó además que, en el 80 % de los casos, la sintomatología es leve y, parece que ya ha quedado demostrado que sí puede haber infección durante el periodo de incubación y antes de que haya síntomas aunque se desconoce en qué porcentaje de casos esto sucede «y parece que es bajo», según apuntaron ayer expertos reunidos en Madrid tras estudiar la cadena de contagios del crucero Diamond Princess, un «experimento involuntario» ideal para los investigadores al ser un brote cerrado. Según la también viróloga e investigadora Ramón y Cajal, Mireia Coscollá, aún están abiertas muchas posibilidades y aún no se sabe si el virus tendrá un pico importante y «desaparecerá» como otros o se convertirá «en algo estacional» que se irá con el calor y volverán los inviernos.

Rastreo genético de los 15 casos

A nivel genético, los expertos solo han registrado 10 mutaciones del virus desde su salida de China y en las próximas semanas serán estos expertos del I2SysBio los que secuenciarán el genoma del virus de las muestras de los 15 afectados que hay por ahora en la Comunitat Valenciana y ahí se tendrá la comprobación en laboratorio de que todos están relacionados directamente con el virus que está circulando en el norte de Italia.

A última hora de ayer, la Conselleria de Sanidad mantenía el número de 15 afectados y que permanece estable desde el sábado y eran ya 272 las pruebas realizadas que habían dado negativo. Todos son casos importados de personas que han viajado al norte de Italia o contactos estrechos con estas personas contagiadas y tienen síntomas leves. Al menos cuatro de ellos permanecen en sus domicilios.