El diseño de las ciudades afecta a nuestro día a día. La distancia entre la vivienda, el trabajo y las actividades cotidianas consume nuestro tiempo y nuestro dinero en los desplazamientos. Son los efectos de la «planificación urbana y un modelo de crecimiento que han priorizado facilitar las tareas productivas y las actividades económicas en detrimento de las tareas reproductivas y de cuidados de la sociedad que no se han valorado ni favorecido», según diagnosticaban desde la Conselleria de Vertebración del Territorio, en el documento «Set para introducir la perspectiva de género en el proceso urbano».

Una orientación necesaria porque «las tareas reproductivas y de cuidados, según todos los estudios realizados, las siguen realizando mayoritariamente las mujeres. Por lo tanto son ellas las que sufren en mayor medida esta problemática del modelo de ciudad, lo que supone uno de los principales obstáculos para que las mujeres logren su autonomía y disfruten de su derecho a la ciudad en igualdad de condiciones», concluía el diagnóstico realizado por el servicio de planificación económica y regeneración urbana de la antigua dirección general de Vivienda, actualmente reconvertida en conselleria.

La reforma de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup), aprobada ahora hace justo un año, sirvió para introducir la «perspectiva de género» en el nuevo «urbanismo sostenible» que aspira a promover la nueva legislación urbanística. En este nuevo enfoque se parte de la premisa de que las mujeres «ni son un 'grupo vulnerable' ni 'colectivo'». De hecho, las mujeres representan «más de la mitad de la población» y cualquier diseño urbano debe tener en cuenta, por pura lógica, a la mitad de las personas que van a poblar las ciudades.

Porque además, aunque resulte obvio tener que recordarlo, «el urbanismo con perspectiva de género no es un urbanismo exclusivo de las mujeres, es un urbanismo que propone un diseño y una ordenación que tiene en cuenta los roles que se le han asignado a la mujer, actualmente también desempeñados por los hombres. Esta forma de urbanismo tiene en cuenta todas las etapas de la vida del ser humano, desde la infancia a la vejez, y no piensa exclusivamente en la parte social que se encuentra en la etapa del trabajo productivo, como ocurre todavía hoy en la mayoría de los casos».

Esta iniciativa legislativa iniciada por la anterior consellera de Vertebración del Territorio, Maria José Salvador, ha dado sus frutos durante los últimos cinco años.

«La perspectiva de género ya es multiescala y multifuncional: se aplica en la casa desde lo privado a lo público, de la casa a la calle. Y a escala de barrio porque es donde más se desarrolla la actividad cotidiana de muchas personas: los centros educativos, los centros de salud, las compras, el ocio, la infancia...», explica a Levante-EMV Rosa Pardo Marín, arquitecta y directora general de Política Territorial y Paisaje de la conselleria de Política Territorial, que dirige Arcadi España.

A escala de ciudad, la arquitec ta también destaca el papel que puede desarrollar la infraestructura verde urbana, «que no sólo sirve para conectar espacios verdes, si no que también tiene una función social, que ha de favorecer el encuentro entre las personas e integra la movilidad sostenible, además de conectar recorridos y espacios e incoporar los espacios de mayor valor ambiental, cultural y paisajístico». Incluso en una escala comarcal o provincial «la infraestructura verde debería garantizar la accesibilidad a los lugares de trabajo».

En esta nueva mirada violeta y sostenible sobre el día a día «la zonificación ya no sirve. Ha de haber una mezcla de usos para conciliar la vida diaria y no desaprovechar espacios con temporalidad acotada a unas horas de oficina, que se queda desierta el resto de las horas. Se trata de usar un mismo espacio durante el máximo de horas posibles para una mayor seguridad y mejor mantenimiento; de ahí la propuesta multiescalar y multifuncional de integrar la red de espacios comunes, la red de movilidad sostenible y la infraestructura verde».

De la teoría también se ha pasado a la práctica durante los últimos años, como demuestran los proyectos ganadores de los Premios de vivienda, movilidad y urbanismo con perspectiva de género impulsados por la exconsellera Maria José Salvador junto a la asesora Carmen Antequera y la unidad de igualdad de la Conselleria de Política Territorial, dirigida por Marina Calatayud. Los galardones celebran esta semana su cuarta edición.

Entre las propuestas premiadas durante los últimos tres años, según informan desde el departamento que dirige el conseller Arcadi España, se encuentran la «incorporación de la perspectiva de género al Plan General de Castelló», la propuesta de parques inclusivos de Sant Vicent del Raspeig que también realizó una adecuación de los itinerarios peatonales, ciclistas y de acceso a los centros escolares.

Una propuesta también premiada en la ciudad de València: los «colecamins», las rutas escolares seguras y señalizadas, que también fueron premiadas en la localidad de Xàbia. La iniciativa de València compartió galardón con la peatonalización del entorno de la Llotja y de las Torres de Serranos.

En la segunda edición de los premios con perspectiva de género también se reconoció, entre otras, la remodelación y mejora de la Plaza del Ayuntamiento, calles del Arzobispo Gasch, Sant Francesc y Plaza del Convento de l'Alcora. También se galardonó la mirada violeta en el proceso de participación pública para la redacción del nuevo plan especial de protección del centro histórico de Xàtiva, realizado por la cooperativa de arquitectura «El fabricante de espheras».

La tercera edición de los Premios de Género en vivienda, movilidad y urbanismo reconoció el proceso participativo para diseñar la rehabilitación de un edificio destinado a equipamiento público en les Cases de Bàrcena; el plan general estructural del Ayuntamiento de Meliana o el plan estratégico de la Sèquia Major de Vila-real, entre otros.

Precisamente, hoy el vicepresidente de Vivienda Rubén Martínez Dalmau y el conseller de Política Territorial Arcadi España asisten a la entrega de los IV premios de Urbanismo, Movilidad, Paisaje, vivienda y arquitectura con perspectiva de género.