¿Existe una definición de cómo debe ser el hombre igualitorio? Ninguno de nuestros cuatro invitados se atreve a conceptualizar al hombre no machista. «No conozco a ese tipo», dice irónicamente Carles Esteve. El diputado insiste en la idea de la empatía y añade la palabra equilibrio. «Mi madre decía que habría que aprender antes a escuchar que a hablar», indica. Esteve lleva la reflexión al ámbito político en el que ahora se mueve. «En política, la tendencia es ganar espacio, cortar al que está hablando...», se lamenta. «Hay que practicar la metavisión, cuestionarnos todo en todo momento, porque es que el machismo es mucho, es casi todo sin querer».

Carles Fons tampoco se atreve a dar una definición, si bien es consciente de que hay que visibilizar referentes de la masculinidad igualitaria. Se aventura, con todo, a dar algunas pinceladas: «En el año 2020, el hombre igualitario es aquel que tiene la voluntad proactiva de cuestionar su proceso de socialización patriarcal, aquel que está en el tránsito de cuestionar sus privilegios», explica. Y añade que este cuestionamiento debe hacerse en todos los ámbitos: desde los espacios de poder, desde la relación con su familia, desde cómo ver la tele». «No estamos todavía en el momento de definir un modelo, porque sería un extraterrestre, estaría fuera de la sociedad, no se puede dar». «No solo opera el vector patriarcal, también la relación capital-trabajo». Joan Sanfélix coincide en que el concepto del hombre en transición es el que más se adecua a la realidad: «Son hombres que toman conciencia, que reconocen que es un camino lleno de contradicciones». Y en esta línea, manifiesta, repensar espacios, como la corresponsabilidad amplia, los cuidados o incluso la sexualidad. «Se da a veces que un hombre a priori igualitario sigue patrones misóginos de sexualidad». «Se puede trabajar e imaginar, pero aquí y hoy, no existe el hombre igualitario», asevera.

Para Jordi Cascales también hay que hablar del hombre en tránsito, que tiene que construir la realidad desde una visión conjunta. Eso sí, tiene claro que el movimiento feminista y el ocho de marzo es una lucha que entra en esa construcción conjunta, que no se construye desde la guerra de sexos. «Grupos de hombres hay muchos, pero los igualitarios son aquellos que quieren construir la realidad de forma conjunta con las mujeres».