Con la sensibilidad valenciana a flor de piel por una reivindicación que se eterniza a lo largo de los ejercicios de maltrato presupuestario, cualquier declaración del Gobierno es susceptible de generar fricciones en el tablero de la financiación autonómica.

Es lo que sucedió ayer cuando la vicepresidenta primera del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez, Carmen Calvo, advirtió de que la aprobación del nuevo modelo reclamado con insistencia por la Comunitat Valenciana «requiere tiempo», tras poner énfasis en la complejidad de resolver un sudoku repleto de aristas que obliga a conciliar los intereses contrapuestos de las comunidades, con el conflicto catalán en el retrovisor.

La respuesta del Consell del Botànic no se hizo esperar y salió de la boca de la vicepresidenta y portavoz Mónica Oltra. «Lo que está bien está bien y la Comunitat ya no tiene más tiempo para esperar», sentenció al ser preguntada en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell.

Aunque matizó que el Gobierno valenciano es «muy paciente» y entiende la «complejidad» de la reforma, Oltra emplazó al Ejecutivo central a «ir a paso más ligero» para aprobarla, insistiendo en que la C. Valenciana está «en tiempo de descuento desde 2014», cuando caducó el actual sistema de financiación. «De tiempo vamos mal, somos la comunidad más maltratada por el sistema», remachó.

El compromiso de articular cambios sustanciales en el sistema a lo largo de esta legislatura se mantiene intacto, pero los roces llegan cuando toca afinar los plazos. En ese sentido, las manifestaciones de Calvo sonaron a modo preventivo. «Hay criterios que hay que desbrozar previamente y muchos elementos que complican una salida justa y buena para todos», ahondó durante un coloquio del Foro JOLY en Sevilla.

El Gobierno valenciano no fue el único en pronunciarse ayer sobre una de las cuestiones que han marcado la agenda política en los primeros compases del mandato de Sánchez. El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, también salió ayer a la palestra para indicar que su ejecutivo -presidido por el PSOE- está dispuesto a «enfrentarse al Gobierno» por la financiación. En la misma línea, el presidente andaluz Juanma Moreno (PP) pidió al Gobierno «celeridad y determinación», después de promover una ronda de contactos con otros homólogos autonómicos para abrir el debate sobre el modelo de financiación.

Esta iniciativa fue ayer cuestionada por Calvo. «Yo no voy a decirle al señor Moreno lo que tiene que hacer, pero esa función le corresponde al Gobierno de España», sostuvo la vicepresidenta, señalando al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) como el órgano de coordinación con competencias en la materia.

Hace unos días, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se comprometió a tener disponible «un primer esqueleto» de la reforma del sistema en noviembre, dos meses después de finalizar el plazo acordado por Sánchez con Compromís.

Objetivo de liquidez

Por otro lado, el Consell aprobó ayer el acuerdo por el que la Comunitat Valenciana solicitará la adhesión al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) de 2020. Oltra denostó este mecanismo porque «cambia derechos por préstamos», aunque acogerse al mismo resulta imprescindible para funcionar «a la espera de que mejore el sistema de financiación».