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Tribunales

El exjefe de RTVV admite que cobró una mordida pero exculpa a Cotino

García implica a González Pons y Camps en el contrato más elevado de toda la historia de Canal 9

El exjefe de RTVV admite que cobró una mordida pero exculpa a Cotino

Una declaración en la que reconoció los hechos, pero que poco o nada aporta sobre cómo se extendió la corrupción en la organización del V Encuentro Mundial de las Familias de 2006.

El exdirector general de Radiotelevisió Valenciana, Pedro García, admitió ayer por primera vez que cobró una mordida a cambio de adjudicar el servicio de las pantallas y equipos de sonido por 7,4 millones de euros (con IVA), la mayor factura que ha pagado en toda su historia Canal 9. No obstante, aclaró que cobró 400.000 euros y no medio millón, como recoge el sumario, y exculpó al exconseller Juan Cotino: «No me podía decir nada porque no tenía ninguna adscripción jerárquica sobre mí. Yo era director de la televisión».

García ha llegado a este juicio con un acuerdo de conformidad por el que admite los hechos y se compromete a devolver el dinero -ya ha ingresado 150.000 euros en una cuenta corriente- a cambio de no ingresar en prisión. La Fiscalía Anticorrupción pedía inicialmente 40 años de cárcel y revisará su calificación en la fase de conclusiones.

Cómo conoció a «El Bigotes»

Según el ex director general de RTVV fueron el expresidente Camps y el exconseller Esteban González Pons, ahora eurodiputado del PP, las personas que supuestamente le instaron a adjudicar a la trama Gürtel el servicio de pantallas y equipos de sonido que se instalaron para la visita de Benedicto XVI. García relató que conoció a Álvaro Pérez cuando era el jefe de campaña del «candidato» Francisco Camps y a partir de ahí entablaron una relación de amistad. «Recibí una llamada de Camps para que no dijese que no a nada -en el evento-. Que no pusiese ningún impedimento a lo que se me iba a plantear». Pese al cargo que ocupaba, García no supo identificar quién decidió el número de pantallas ni su situación y matizó que tenía un interlocutor jerárquico en la presidencia de Francisco Camps.

«El superior siempre ha sido el conseller de Comunicación, Esteban González Pons. Recibo una llamada de él. En su despacho me dice que Álvaro (Pérez) está muy enfadado porque lo han dejado fuera de la visita del papa y había que darle trabajo. Me dijo que había que darle el tema de las pantallas».

También relató que el Arzobispado de València tenía «mucho interés» en que fuese la televisión valenciana quien retransmitiera la visita de Benedicto XVI por «miedo» de que la señal que pudiera realizar RTVE no fuera «nítida» y sufriera algún tipo de «manipulación política» debido a un «conflicto entre el Gobierno de España -del socialista José Luis Rodríguez Zapatero- y la Comunitat Valenciana», declaró.

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