Tras dos semanas con medidas de impacto social y económico mínimo para la ciudadanía y la empresa, dentro de la política de contención con que España estaba gestionando la crisis del coronavirus, la proliferación de nuevos casos ha llevado a aplicar medidas de alcance. Y la prohibición de volar a Italia decretada por el Gobierno desde la pasada medianoche hasta el 25 de marzo impacta directamente en la operativa del aeropuerto de Manises, que tiene en Italia su principal mercado de viajeros.
De los 8,54 millones de pasajeros que pasaron por el aeródromo en 2019, 1,33 millones eran italianos o valencianos que regresaban de ese país. Por poner en contexto la importancia de este mercado emisor, el mercado nacional mueve 2,2 millones de pasajeros. Y el segundo mercado extranjero, Reino Unido, 807.800. Más allá de vínculos económicos y culturales, la relevancia de este país se mide por su emisión de turistas, con unos 233.000 visitantes en la ciudad al año, según datos de 2019.
130 conexiones
En estos momentos, pese a ser temporada baja, el enclave valenciano tiene 65 aviones procedentes de 14 países italianos entrando cada semana en sus pistas: 130 conexiones, contando idas y vueltas de las que, además de Roma, con 19 conexiones semanas de Vueling, Alitalia y Ryanair, destaca principalmente la conectividad con el norte de Italia.
Ryanair, principal operador del aeropuerto, es el que más pierde con la prohibición: 45 de las 65 conexiones son operadas por el gigante irlandés del low cost. Precisamente, el pasado lunes, Ryanair anunciaba la reducción al mínimo de los vuelos entre València y los aeropuertos de Milán y Treviso. Se habían dejado una frecuencia al día entre viernes y lunes, precisamente «para repatriar a estos ciudadanos no italianos». Sobre los ciudadanos que puedan quedar colgados, ayer el Gobierno señaló que estudiará «caso a caso» la situación de los españoles que puedan encontrarse en Italia.
Los pasajeros afectados podrán elegir entre un reembolso completo o créditos de viaje que pueden ser canjeados en vuelos de Ryanair los próximos 12 meses.
