La Audiencia Nacional rechazó ayer incluir como prueba en el juicio el análisis de derecho canónico que aportó Juan Cotino para defenderse de las acusaciones. La Fiscalía Anticorrupción atribuye al exdirigente del PP la decisión de derivar a Canal 9 la señal para retransmitir la visita del papa a València. El análisis que aportó constataría que en realidad fue la Ciudad-Estado la que determinó que la televisión autonómica distribuyera la señal. En cambio, el presidente del tribunal, el magistrado José Antonio Mora, comunicó a las defensas que no admite «porque es impertinente, nada al fondo de la cuestión nos va a afectar». La defensa de Cotino protestó contra esta decisión al considerar que «la prueba que se propone venía a confirmar la incapacidad de nuestro cliente para ordenar una disposición sobre quién podía hacer esa señal».
Ayer también confesó los delitos Ramón Blanco Balín, quien llegó a ser vicepresidente de Repsol. Admitió que blanqueó capitales del grupo Correa y que fue Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, quien le presentó al líder de la organización. «Me arrepiento de haber trabajado para ellos, nunca he tenido un problema de tipo judicial [€] No me siento contento de haber aceptado este trabajo», lamentó. Blanco Balín confirmó que su primer viaje a València fue para reunirse con el grupo Trasgos, la empresa que montó la campaña electoral de Rita Barberá en 2011. Por otra parte, Oscar Fragio, administrador de Apogee, la empresa que asumió la sonorización de la visita, declaró que Pérez le presentó a Cotino como la persona responsable del evento.
