El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, propuso ayer al Gremio de Artistas Falleros que desde el Gobierno valenciano y el ayuntamiento de la ciudad asuman los gastos del traslado y desmontaje de los monumentos falleros para que los artistas no tengan que afrontar más costes. Así lo anunció el maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, José Ramón Espuig, después de la reunión que tuvieron ayer con Ximo Puig en el Palau de la Generalitat.

Espuig manifestó que van a estudiar lo que cuesta el desmontaje y el traslado de las fallas y «pasar los presupuestos para ver si se pueden hacer cargo» y «tratar de que al artista no le cueste dinero» ya que están «bastante fastidiados» con esta situación, que les viene «muy grande».

Al parecer, Puig ofreció que los monumentos puedan guardarse en instalaciones de Feria Valencia, en la Ciudad de la Luz de Alicante o en naves industriales que estén vacías «antes del 20 de marzo» porque además a final de semana las previsiones apuntan lluvias y el coste sería mayor. Ahora, según explicó el maestro mayor, tienen que hacer «una valoración de lo que cuesta cada falla y lo complicado que está de desmontar».

Y es que las fallas, una vez ensambladas, se someten a un proceso prácticamente de soldadura. Intervienen tanto espumas como elementos metálicos para afianzar las junturas. Dicho de otra forma, técnicamente es prácticamente imposible que las piezas salgan indemnes. Esto compromete seriamente las obras que habían sido más madrugadoras en su proceso de plantà: Na Jordana, Exposición, Reino de Valencia-Duque de Calabria, Sueca-Literato Azorín, Grabador Esteve-Cirilo Amorós y Doctor Olóriz como más significativas, fallas que tienen un coste declarado superior a los 700.000 euros.

Es cierto que está salvada una parte importante del montaje (en unos casos más que en otros), fundamentalmente las bases, que son lo último en sacar. Pero no menos cierto es que las partes más sensibles están pendientes no ya de que se puedan deteriorar, sino de que incluso haya que asumir su pérdida y llevarlas a cabo de nuevo, aprovechando los procedimientos digitales con los que se trabaja en la actualidad. Pero que, obviamente, deberían peritarse o ser asumidos dentro del paquete de ayudas. En caso contrario, esas fallas quedarían literalmente malogradas.

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Complejo y arriesgado

Ayer, el artista de Sueca-Literato Azorín, Vicente Llácer, explicaba algunos de estos aspectos: «No sé como lo vamos a hacer porque es complejo y es arriesgado. Hay que ver cómo lo hacemos. Estamos en shock. Aún no hemos reaccionado. La ilusión se nos ha ido al suelo y todos pensamos igual. Esto es un padecimiento. Siempre diré que lo mejor que hay que hacer es quemarlo. Nos vamos a unas fechas con trabajo por medio, hogueras por medio... y hay que reconstruir lo que se pueda dañar. Económicamente no sabemos lo que va a pasar. Es una ruina. Tenemos trabajadores, familias que dependen de nosotros. Esto va a ir día a día, casi hora a hora». Sobre cómo será el desmontaje reconoció que «es la pregunta del millón. Hay que hacer un estudio y decidir si se puede desmontar o si hay que romperlo. Es una labor complicada y que requiere de mucha paciencia». El hecho de que estas fallas madrugaran se debe a una simple organización de trabajo.

David Sánchez, por ejemplo, ya había sido de los madrugadores el año pasado y lo mismo sucede con Vicente Martínez Aparici, artista de Cuba-Literato Azorín. Y es que ambos artistas tenían una estrategia de taller de empezar a levantar estas fallas para proceder con otros compromisos. En el caso de David Sánchez tenía pendiente otra falla de enjundia, La Nova d'Orriols, una de las más caras de Primera A.

En el caso de Carlos Carsí ha sido lo contrario: levantó primero una de sus fallas de categorías inferiores, Doctor Olóriz, para reservar los últimos días para l'Antiga de Campanar.

Esta comisión, el Pilar y Convento,tres de las grandes aspirantes al primer premio, han tenido una suerte inmensa y se han salvado por los pelos. Podrán ser guardadas y levantadas sin problemas cuando se puedan celebrar las fiestas.