El impacto del 'efecto coronavirus' en el mercado laboral de la Comunitat Valenciana durante el mes de marzo puede ser importante a la vista de las contrataciones que genera el sector servicios vinculado con los negocios de la hostelería, transporte y comercio durante este período del año. En un mes normal de marzo, según constatan las últimas estadísticas del Ministerio de Trabajo, se formalizan alrededor de 159.000 contratos en la Comunitat Valenciana. Aquí también se incluyen los de industria, construcción y agricultura. De estos, dada la estacionalidad de los trabajos de servicios, nueve de cada diez son temporales.

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La mayoría de las contrataciones, relacionadas con empleos vinculados a las Fallas y la Magdalena, son a tiempo parcial y en muchos casos, precarios. Algunos incluso escapan del control estadístico de la Seguridad Social, que durante el mes de marzo de 2019 tan sólo ganó 16.000 cotizantes respecto al mes anterior.

La incertidumbre en el mundo del trabajo con la que arrancó el año 2020 se refleja también en la desaceleración en la generación de empleo. Así las cosas, la autonomía cuenta con una población ocupada de 2.106.400 personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2019, que sitúa la cifra de parados en 346.700; es decir, el 14,13 % de la población total. A la vista de la situación y dada la caída de actividad de las empresas todo parece indicar, tal como indican los expertos consultados por Levante-EMV, habrá un descenso en el nivel de 2.106.400 ocupados y que sitúan la población activa de la Comunitat Valenciana en el 58,49 % . Este porcentaje es menor entre las mujeres, pues sólo llega al 52,54 % del total.

El mercado laboral se resiste por tanto a avanzar con claridad tras la recuperación económica. Marzo, salvo que el empleo repunte en otros sectores, confirmará que la desaceleración golpeaba al empleo y se notará a través del repunte de expedientes de regulación de empleo (ERE), tanto de extinción, como de suspensión temporal y de reducción de jornada.

Sindicatos y empresarios

Los agentes sociales coincidieron ayer en afirmar que todavía es pronto para empezar a notar efectos negativos sobre el mercado de trabajo, que se producirán ineludiblemente, y consideran que habrá que esperar a la Semana Santa para empezar a calibrar la magnitud del desastre que se avecina. El responsable de relaciones laborales de la patronal autonómica CEV, Arturo Cerveró, afirma que a corto plazo vamos a ver con seguridad cómo las empresas empiezan a presentar expedientes de empleo temporales. Los temidos ERTE. Se producirán conforme bajen los pedidos y, por tanto, los ingresos y se mantengan los gastos. Los sectores vinculados al turismo serán los principales damnificados. Cerveró cree que, más allá de las Fallas, será la Semana Santa y, luego, el verano, los que probablemente constaten el empeoramiento de la situación laboral, que a la industria llegará. El impacto será mayor o menor según «la capacidad de la empresa, de su situación financiera y de las ayudas del Gobierno».

La secretaria de Acción Sindical de UGT-PV, Lola Ruiz, sostiene que, de momento, no tiene constancia de la presentación de ningún expediente de empleo en la Comunitat Valenciana, aunque la situación puede cambiar hoy o mañana. Además de los servicios turísticos, el otro foco preocupante ahora mismo es el de las personas vinculadas con las Fallas como los artistas falleros o las pirotecnias. Además, el empleo que se genera durante las fiestas más tradicionales de València difícilmente se va a consolidar ahora que están aplazadas, aunque Ruiz precisa al respecto que en su mayoría se trataba de trabajos eventuales.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de CC OO-PV, Daniel Patiño, asegura que, de momento, «hay normalidad en los sectores standard de la economía valenciana». En su opinión, el impacto sobre el empleo se podrá valorar «no tanto en Fallas. El termómetro lo tendremos en Semana Santa. Será entonces cuando veamos el volumen de cancelaciones que se produce». Patiño critica que en algunas empresas se está produciendo «cierta psicosis» y puso como ejemplo a compañías relacionadas con la actividad portuaria «donde se mide la temperatura a todo el que entra, es decir que no es un médico quien lo hace sino el empresario sobre el trabajador». El dirigente de Comisiones Obreras añade que el sindicato va a estar alerta para que los empresarios no aprovechen el coronavirus y las medidas de recorte aparejadas a la epidemia para efectuar reducciones de empleo no justificadas. En este sentido, explica que cuando se produjo la 'Dana' el pasado septiembre solo se presentaron siete ERTE a 90 personas en la autonomía, «porque se recurrió a otras vías y se hicieron despidos encubiertos que no tenían nada que ver» con aquella tormenta.

Por último, el responsable de la consultora laboral Adecco en la Comunitat Valenciana, Víctor Tatay, asegura que el turismo en general y la hostelería en particular son dos de los sectores que en estos momentos «no están haciendo contrataciones y en los que se espera que puedan reducir empleos».