La suspensión de la Feria de Fallas por la alarma del coronavirus anula un impacto económico de 14 millones en València, según ha podido saber Levante-EMV a través de un estudio que ha realizado la Economía del Toro, plataforma encabezada por el analista económico y profesor universitario, Diego Sánchez de la Cruz. La cifra de los 14 millones sale de la suma de los de los 6 millones de impacto directo a través del sector taurino, entre entradas, ganaderías y toreros, y de los 8 millones de impacto indirecto que afecta a bares, restaurantes, hoteles o transporte.

El gerente de la plaza de toros de València, Nacho Lloret, aclaró después de reunirse con la Generalitat y la diputación que «la intención de la empresa es realizar la feria de la mano con las nuevas fechas falleras pero no sabemos cuanto va durar esta situación excepcional y hoy [por ayer] nos volveremos a reunir para avanzar en las fechas». En este sentido, lo único que extrajo de las reuniones de ayer es que «daremos la feria cuando haya una normalidad sanitaria y eso no depende de nosotros».

Es una ruina

Algunos de los protagonistas de la Feria de Fallas aseguran que la cancelación del ciclo taurino es una «ruina». Así, el ganadero de Garcigrande, Justo Hernández, explica que «es una catástrofe no ir a Fallas porque una corrida que teníamos vendida y que habíamos alimentado durante cuatro años se queda en el campo». Alimentar a cada uno de los seis toros vale 4.000 euros, pero el ganadero salmantino explica que deja de ingresar mucho más que esa cantidad y podría dejar de contratar a más personal, dejar de comprar maquinaria para trabajar el campo o invertir en luz y piensos.

Por su parte, Roca Rey, que iba a concentrar a más de 10.000 personas el próximo sábado en su vuelta a València, aseguró en su cuenta de twitter que «me hubiese encantado estar presente en València y Castelló (La Magdalena), pero es una situación que escapa de nuestro control. Lo principal es la salud de las personas».

Asimismo, las empresas de las plazas de toros de València y Castelló, en virtud de la Resolución del 11 de marzo de la Conselleria de Sanitat y Salut Pública por la que se acuerdan medidas excepcionales para eventos festivos y de concentración de personas en la Comunitat Valenciana para limitar la propagación y el contagio por el Covid-19, y en cumplimiento de lo estipulado en el mismo, comunican que «tanto las Ferias de Fallas como la de Magdalena no se celebrarán definitivamente en las fechas previstas, quedando pendiente su aplazamiento a la fijación de un nuevo calendario que se concretará conforme se normalice la situación de emergencia actual».

Por ese motivo, ambas empresas comunican que conforme a lo marcado por las autoridades públicas «se respetarán los derechos de los espectadores tanto de devolución del importe de las entradas adquiridas como de validez y/o canjeo de las mismas para los nuevos festejos que se programen». En eses sentido, la prioridad de velar por la seguridad y prevención de la salud de las personas «nos obliga a que los plazos para dichas acciones se fijen una vez se supere este periodo extraordinario de emergencia, dándose en ese momento la mayor amplitud de tiempo y facilidades para garantizar la mejor atención a todos los aficionados». Es decir, los aficionados podrán devolver las entradas cuando pase la crisis del cononavirus que, según el ministerio de Sanidad, será dentro de dos a cuatro meses.