El aplazamiento de las Fallas 2020 supone la suspensión total de los actos públicos y también de los privados, es decir, que tampoco se pueden organizar festejos dentro de los casales, según aseguró ayer el concejal de Cultura festiva, Carlos Galiana. La fiesta de las Fallas de València, sin embargo, parece imparable y no son pocas las voces que abogan por realizar pequeñas celebraciones y ofrendas en los próximos días, dentro de sus casales o en las parroquias más cercanas. Para ello apelan al derecho de reunión consagrado en la Constitución y, principalmente, a la costumbre o la necesidad de aprovechar al menos parte del material (comida, bebida, flores, recompensas...) preparado para las Fallas 2020.

En esa línea, hay colectivos falleros que están estudiando, dentro de lo que se podría considerar como fallas alternativas, otras celebraciones espontáneas. Por ejemplo, hay falleras que proponen vestirse igualmente y realizar sus propias ofrendas a la Mare de Déu la semana que viene. Estas mini-ofrendas podrían generalizarse en los casos en los que el género está pagado y haya que darle una salida. Incluso en Mercaflora se vería con buenos ojos esta opción siempre que fuera compatible con las prohibiciones derivadas de la afectación por el coronavirus. Estos actos florales improvisados requerirían también de la complicidad de las parroquias.

Ramos a los cementerios

Otro ejemplo. El DJ y productor musical Víctor Pérez proponía que lo que se haya cobrado ya para hacer discomóviles o verbenas, «se respete y se guarde para cuando haya nueva fecha de celebración». Incluso que se mantenga «el cartel y a los artistas y no se devuelva a dinero, pero que tampoco se pierda». Eso implicaría incluso mantener contratos firmados que podrían alargarse más allá de su validez concreta de unos días o meses.

No obstante, para evitar males mayores en el sector del ocio y del turismo, donde las pérdidas se sitúan en 150 millones de euros, propone otras medidas inmediatas. Por ejemplo, «las falleras podrían ir a recoger los ramos y costearlos, para dedicarlos a otros fines como llevarlos al cementerio a los difuntos». Otra opción, apuntada desde el mundo fallero, es realizar pequeñas ofrendas en los propios casales.

En cuanto a la bebida comprada y almacenada en las barras y casales, una posibilidad pasaría por guardarla -en parte- para no tener que devolver las cajas a los distribuidores de cerveza, que en gran parte han realizado inversiones muy importantes, en forma de patrocinios que no van a recuperar.

Horchata a Casa Caridad

Por último, hay que recordar que la Federación de Ocio y Turismo (Fotur) y la Denominación de Origen de la Horchata de Chufa Valencia, siguiendo las indicaciones del Presidente del Consell, suspendieron la undécima horchatada fallera. Ambos colectivos acordaron donar toda la horchata a la Asociación Casa Caridad de València.

Sobre estas actividades alternativas, Carlos Galiana, también presidente de la Junta Central Fallera, fue bastante tajante: «Se han cancelado las Fallas con todo lo que implica». El concejal explicó que «el derecho de reunión existe», pero insistió en que «se han anulado todos los actos de todas las comisiones de falla, no solo los oficiales».

En este sentido, aseguró que «la contundencia de los informes dice todos los actos, de las comisiones incluidas». «Los falleros nos movemos por sentimiento. Es el que nos hace trabajar todo el año para sacar a la calle el festival urbano más importante del mundo pero las medidas sanitarias, los informes sanitarios son claros» en este momento respecto al coronavirus», dijo.