En plena crisis por la expansión del Covid-19, los ayuntamientos valencianos están dando buena muestra de responsabilidad y acatamiento de las directrices de la conselleria y el ministerio de Sanidad. Más allá de las normas generales, cada uno está aplicando protocolos concretos para frenar o evitar que el coronavirus se extienda también a las comarcas.

La primera de ellas ha sido suspender cada uno de los eventos falleros que van unidos a las Fallas. Nada de «cremà», claro, pero tampoco meriendas, cenas y verbenas en los casales. Seguirán el modelo de València, más allá de las fiestas josefinas. Ayer, la capital de provinciaactivó el Plan Territorial de Emergencia municipal y creó el comité de Cecopal, el organismo es el encargado de coordinar las actuaciones en el marco de una emergencia. Esta lo es y por eso el consistorio de Joan Ribó ha suspendido actividades en bibliotecas municipales, clases en polideportivos y centros de mayores, con un total de 41.259 socios, y la suspensión de pruebas selectivas con más de 125 examinados. Además, hoy aprobará en el pleno la suspensión de velatorios de cadáveres cuando la persona fallecida hubiera dado positivo por coronavirus.

No solo eso. Usuarios de los servicios municipales del ayuntamiento formaron ayer largas colas a las puertas de los servicios municipales como Registro o padrón ante, al parecer, la negativa de los funcionarios a que esperen en las salas interiores del ayuntamiento. El miedo al contagio del coronavirus se ha extendido entre los trabajadores municipales y la primera propuesta ha sido esta.

En Llíria, pese a que el arzobispado ha convocado una novena a Sant Roc, patrón de las epidemias, la ciudad que dirige Manolo Civera ha tomado una determinación contundente: a fin de evitar las aglomeraciones, la atención al público en todos los servicios municipales se realizará mediante cita previa, como también han hecho los ayuntamientos de la Marina Alta y de La Safor, donde recomiendan hacer gestiones por teléfono o internet.

En la capital edetana se cancela el mercado ambulante de los jueves y todos los actos públicos quedan suspendidos, así como en Riba-roja, donde las instalaciones municipales se cierran a las actividades en grupo durante 15 días. Así, se paraliza la escuela de adultos, el centro social, el cine, los teatros y los conciertos donde el ayuntamiento estuviera como organizador o como prestador del espacio.

Un metro de distancia mínima

Sin embargo, uno de los municipios que ha desarrollado un protocolo más amplio es Torrent. Además de la suspensión de actividades de asociaciones y clubes, ha decretado el teletrabajo para sus funcionarios, reducción al 50% de capacidad de los espacios de espera para ser atendido y se ha establecido un metro de distancia entre los técnicos y los solicitantes. Se han reducido los asientos en las salas de espera y se han separado para respetar la distancia de seguridad. Además, el consistorio ha hecho acopio de gel desinfectante, mascarillas y guantes para Servicios Sociales.

Mientras, el Ayuntamiento de Albal acordó suspender el sistema digital de control de entrada y salida del personal laboral que, a esta nueva orden, no ficharán «para evitar la manipulación de este sistema». Además, tres centros municipales (el ayuntamiento, el Centro Polivalente y la Policía Local) disponen de medidores de temperatura corporal para comprobar si se tiene fiebre y se ha delimitado, en más de un metro, la atención al público, que ha sido señalizada por la Brigada Municipal con una cinta en el suelo.

En La Marina, como en l'Horta, las medidas han sido similares. El Ayuntamiento de Dénia ha limitado el aforo en sus instalaciones y ha colocado dispensadores de hidroalcohol y está estudiando adquirir aerosoles desinfectantes para rociar los despachos. En Calp también se ha sustituido el sistema de fichaje dactilar por una tarjeta.

Comisiones de seguimiento

Se trata de tomar soluciones drásticas contra la propagación del virus. En Xàtiva se suspendió anoche el ballet de El Lago de los Cisnes que tenía todas las entradas agotadas en el Gran Teatre. A partir de hoy, el consistorio ha cerrado el centro social y el hogar del jubilado durante quince días prorrogables, medidas tomadas por la comisión de seguimiento del Covid-19 que ha creado el ayuntamiento sebatense, donde se encuentra el alcalde Roger Cerdà. En Ontinyent, el alcalde Jorge Rodríguez dio cuenta ayer de medidas excepcionales que pasan por suspender todos los actos y eventos de concurrencia pública, de corte sociocultural, deportivo y lúdico-festivo, así como el cierre de todos los espacios públicos municipales, desde el Teatre Echegaray hasta el campo municipal de El Clariano, entre otras medidas. Pide a las entidades privadas que no organicen ningún evento que conlleve la reunión de personas. Todas estas medidas se aplicarán hasta el 31 de marzo, aunque podrían ser ampliadas.

Con carácter general, los ayuntamientos de la Safor también han cerrado los centros de mayores. En Gandia, se suspenden los actos culturales y los cursos y talleres previstos en la Universitat Popular y en el Urbalab, al menos durante todo el mes de marzo. Los museos y salas de exposiciones permanecerán abiertas, pero se suspenden las visitas en grupo.

Se anula el Festival de Teatro de Calle, Mira, previsto para final de mes, así como la Fira de l'Estudiant y las próximas muestras de Fira Mercat en la plaza del Prado. Eso sí: de momento permanecerán abiertos los polideportivos municipales tanto de Gandia como de Oliva y tampoco se ha considerado conviente anular el tradicional mercado de la verdura que tiene lugar todos los viernes en el paseo, por considerar que, además de celebrarse al aire libre, ofrece productos de primera necesidad. En Bellreguard, el consistorio ha invitado a los ciudadanos a usar la vía telemática o telefónica para gestionar los trámites administrativos municipales.

Morvedre lidia con el Covid-19

La confirmación de un segundo caso de coronavirus en El Camp de Morvedre, que ha afectado al concejal de Vox en Sagunt Alejandro Vila, llevó ayer al ayuntamiento a reforzar las medidas para prevenir los contagios y a suspender los Ludi Saguntini, un festival de teatro y talleres grecolatinos que iba a congregar más de 15.000 alumnos de toda España.

El consistorio, como otros, ha instalado en los centros de atención al público unas marcas en el suelo para guardar dos metros de distancia entre los solicitantes de información y el funcionario. En otros ayuntamientos de la comarca, como Quart de les Valls, se ha optado por instalar alcohol desinfectante en sus instalaciones.

Por último, en la capital de la Ribera, Alzira acordó ayer suspender todos los actos públicos, festivos y de ocio, incluida la programación cultural hasta el 25 de marzo y enfatizó que no se autorizará el uso de la vía pública para celebrar una fiesta bajo ningún concepto. Otros ayuntamientos de la Ribera, como el de Sueca, anunciaron la cancelación del mercadillo semanal.