La solvencia del sistema sanitario madrileño preocupa a las autoridades. Así lo reconoció ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que admitió que hay hospitales en Madrid «muy saturados» en los que se está trabajando «bajo un estrés muy importante», aunque precisó que la carga asistencial es «muy desigual» entre los diferentes centros sanitarios. A ello hay que unir la «incertidumbre» sobre desabastecimientos de productos sanitarios, lo que «no ayuda», según defendió el experto en rueda de prensa tras la reunión diaria del Comité de Seguimiento y Evaluación del Coronavirus.

Simón explicó que, dada la situación, la Comunidad de Madrid está valorando alternativas como el movimiento de pacientes a otros hospitales o «utilizar otros recursos». Y es que las previsiones que manejan los técnicos de la región a corto plazo no es optimista. Según avanzó ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el fin de semana se espera un «repunte elevado de personas infectadas».

Ante esta coyuntura, la líder regional del PP avanzó que prepara un plan sanitario para los 102 hospitales madrileños que contempla, entre otras medidas, duplicar el número de camas para hacer frente a ese pico de contagios. Ayuso recordó que «es importante evitar aglomeraciones y permanecer en casa el mayor tiempo posible». «Hemos decretado el cierre de los colegios, universidades, espectáculos deportivos, teatros o exposiciones. Por encima de todo, para proteger a las personas más vulnerables», incidió.

El foco de las residencias

Simón vinculó la presión que sufre el sistema sanitario madrileño con las características de sus pacientes, ya que un grupo muy importante está asociado a centros o residencias sociosanitarios, personas en las que la letalidad y los cuadros graves son «muy superiores» a otros grupos de población.

En otras comunidades con gente más joven la presión sobre el sistema sanitario es menor, reconoció. Tras señalar que el 80 % de los 126 pacientes que hay en la UCI están ingresadas en hospitales madrileños, consideró que «hay que reforzar» estos servicios y agregó que le consta que el gobierno madrileño está haciendo «esfuerzos» para garantizar la mayor eficiencia -el anuncio de Ayuso llegó horas más tarde de su comparecencia-. En cualquier caso, Madrid contabilizaba ayer 31 fallecidos y 1.024 casos de contagio, casi la mitad de los 2.152 confirmados en toda España, donde en total hay 50 fallecidos.

Afluencia reducida

Aunque remitió al Gobierno regional para obtener más detalles, Simón señaló que se está tratando de eliminar el riesgo en poblaciones frágiles, para lo cual se está limitando el acceso de población a los hospitales, al igual que a otros centros donde hay población vulnerable, una medida que «se tiene que entender».

De hecho, ayer entró en vigor la suspensión de las cirugías programadas y los diagnósticos no preferentes en toda la autonomía. Profesionales y otras personas asiduas a los hospitales madrileños coincidían: la afluencia a los centros sanitarios experimentó un claro descenso.

La otra gran medida tomada que ayer echó a andar fue el cierre de todos los centros educativos. Una restricción que también adoptará el Gobierno vasco en Álava a partir de hoy, ampliando así el cierre de los colegios y universidades que ya había decretado en Vitoria.

Por su parte, Cataluña decidió suspender durante quince días todo evento de más de mil personas, una medida «prorrogable» según las circustancias. Además, a última hora de ayer se registró un macrobrote en Igualada y en cuatro pueblos cercanos que obligó a cerrar centros educativos y sociales. El balance anoche era de 20 infectados -ocho de ellos sanitarios-, 250 personas en cuarentena y un fallecido.